Revista Educación

Adán y Eva y el Jardín del Edén

Por Siempreenmedio @Siempreblog

Imaginemos que el Jardín del Edén, ese lugar hermoso en el que Adán y Eva tenían comida y bebida y danzaban desnudos sin prejuicio alguno, en realidad fuera una cárcel. Un territorio limitado, cuya verja final apenas dejara ver qué ocurre tras el horizonte. Quizás Adán y Eva quisieran probar suerte y, con mucho impulso, consiguieran escapar del Jardín del Edén para explorar nuevos lugares. Pensemos en que, tal vez, Eva y Adán se separarán en su huida y los habitantes que dominan el otro lado de la valla mataran a Eva a balazos, porque “no fue posible utilizar dardos anestésicos”. Adán, asustado, ignorante de los peligros que ocultaba el desconocido territorio, terminó por morir ahogado. 

Quizás Adán y Eva, los primates que el lunes, 4 de mayo, se escaparon del Safari Zoo de Sa Coma en Mallorca, contarían su historia así. Según argumenta la guardia civil, eran dos animales peligrosos y los dardos anestésicos tardan cinco minutos en actuar. Supongo que en ese tiempo era imposible protegerse en algún lugar de los ataques de dos primates enfurecidos por una vida de esclavitud. En todo caso, no se ha puesto el punto y final a esta historia porque Proyecto Gran Simio ha presentado una denuncia por lo penal contra el Safari Zoo Service S.L. No sé si conocen al dibujante Paco Catalán. En todo caso los animo a seguirlo en las redes sociales porque, en muchas ocasiones, toca el corazón con sus viñetas diarias dedicadas a la defensa de los derechos de los animales. A Adán le dedicó esta el pasado miércoles 6 de mayo. A mí no me importaría ocupar el asiento de al lado en esa nave espacial y buscar con él un mundo un poco más justo y donde, de verdad, los animales con mayor inteligencia la apliquen.

Viñeta de Paco Catalán. Síguelo en @pacoayora

Viñeta de Paco Catalán. Síguelo en @pacoayora


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