Revista Sociedad

Aguántate de la brocha, que me llevo la escalera.

Publicado el 02 noviembre 2016 por Tomarlapalabra

Leyendo Diario de Cuba me entero de una noticia, al parecer nueva, que a mí, sin embargo, me suena muy vieja y familiar.
No obstante, debo decir que los genízaros de la dictadura castrista, a pesar de que conocemos no dejan de practicar la “religión” ni por un momento, no dejan de asombrarme con los teques con los que se aparecen cuando uno pensaba que ya lo había visto y escuchado todo, y se te apean con algunos cuentos de ficción mejores que cualquiera de los escritos por Isaac Asimov.

Resulta que, por enésima vez, Labana incumplirá su plan de “crecimiento” del PIB para el cierre de año, que ya se había rebajado al 1%, según el ministro de comercio exterior, Rodrigo Marmierca, durante la inauguración de la harto cacareada y siempre “famosa” feria internacional de Labana. Y, ¿adivinen qué? Pues todo eso debido a “dificultades financieras coyunturales”, algo que cualquiera pensaría es algo “nuevo” para la castrocracia y su cancerígeno sistema sucial (o social, que al final es lo mismo, o casi), pero que ha sido el pan nuestro de cada día cada vez que se quedan sin padrino a quien ordeñar hasta dejarlo desbancado, en cueros y con las manos en los bolsillos.

“Cuba atraviesa limitaciones financieras coyunturales. Esto ha afectado el ritmo de crecimiento del PIB en el primer semestre, que ha sido menor de lo esperado. Y esas limitaciones comprometen las proyecciones para el cierre del año”, señaló el ministro en la apertura de la mayor bolsa comercial del Caribe, reporta EFE.

No sé a ustedes, peor a mí me ha dado tremenda risa el uso de la palabrita “coyunturales”. Coño, que poco innovadores son, chico.
Ahora, esta es la parte chistosa de la cita: “Según el ministro, esta situación se debe al “endurecimiento del bloqueo” de Estados Unidos a la Isla y su carácter “extraterritorial” que dificulta hacer negocios con empresas de terceros países; así como a la crisis económica global.”
Coño, pero no me jodas, chico. Resulta que ahora, después que el guarachero de la Casa Blanca se las pone más fácil que nunca, y que no sé cuántos miles y miles de turistas más les están entrando, además de la gusanera miamensis, cargados de dólares y pacotilla hasta el cuello, entonces resulta que el embargo (perdón a los kamaradas, ustedes le llaman bloqueo) se ha “endurecido” y por eso los pobrecitos tienen las arcas vacías.

¿A dónde entonces irá a parar tanto que le roban a los cubanos de adentro, con los precios leoninos de todo lo que tienen que adquirir en dólares, y las cantidades exorbitantes con que extorsionan a los “libertos” que vuelven al redil, a pagar porque les concedan el favor de poder visitar a sus seres queridos?

Bueno, es evidente que la cagazón venezolana los tiene con el agua al cuello, pero de eso, al parecer, como que no quieren hablar. Y es aquí donde la historia se repite, una vez como tragedia, y la otra como comedia, o tragedia otra vez, porque no es juego lo que les espera a los siervos del barracón castrista. Y es que en ninguna mente normal cabría pensar que chocarían con la misma piedra una y otra vez, pero qué se puede esperar de un régimen que lo único que produce son discursos y promesas de un futuro mejor; ese que “ya” se divisa, allá en el horizonte, pero que como el horizonte mismo, cuanto más se le acercan, más se les aleja.

Alguien con un sentido mínimo de la realidad, se hubiese preparado, de verdad, y no haciendo cuentos, para eliminar la dependencia de otros compinches políticos, mientras siguen encontrando idiotas que siempre aparecen y se comen el cuento eterno de un sistema “superior” mientras le sacan hasta los intestinos por la boca, para luego dejarlos en cueros y con las manos en los bolsillos, seducidos y abandonados.
Es harto conocido que hay dos cosas en las relaciones con Cuba que son un Armagedón. Uno era (¿es?) el famoso “Abrazo de la Muerte” del cagandante, que padecieron muchos de aquellos dictadores y compinches que se acercaron al tipo buscando un benefactor, consejero, o cómplice, y que al poco tiempo partieron hacia la eternidad. La otra, que no es un secreto para nadie, es que el sistema castrista arruina a todo el que intente mantenerlos a flote. Los tovarichi rusos probaron esa parte del chocolate cubano, pero al parecer no aprendieron mucho de la lección, porque ahora están regresando a por más. El loco venezolano primero, y ahora el burro sucesor, también cayeron en la trampa, y ahora el cuadrúpedo ex-guaguero anda con la soga al cuello.

Dice “Masmierda”, hijo de aquel otro que no hizo más que lo mismo que su apellido, que necesitan una inversión adicional de 2500 millones de dólares al año para “respaldar” las mal llamadas reformas; y ya salió la noticia de que van a comenzar dos obras en la famosa área del Mariel. Dos obritas después de no se sabe cuánto tiempo de planificación, estudios de esto, de aquello, de lo otro y de lo que no se sabe.

El ministro declaró que a pesar de la cagástrofe (bueno, fue en otras palabras, pero al final esa es la traducción más cercana a la realidad), el gobierno reafirma su “voluntad” de “cumplir sus obligaciones de pago con acreedores” y señaló que ha mantenido sus compromisos de reordenamiento de la deuda tras el acuerdo logrado en diciembre de 2015 con los 15 países prestamistas del Club de París. Sí, al parecer pagaron los primeros 40 millones de la deuda, después de treinta (?) años, pero según se supo hace unos días, para eso han tenido que dejar de pagar otras cosas, y entre ellas, a los suministradores de materias primas para las medicinas (que ya de por sí no se pueden encontrar muy fácilmente), y enseguida se ha acentuado la falta, según algunos comentarios por la web.

Claro, ya sabemos que todo se va a “resolver” con la nueva feria de Labana (FIHAV), que comienza el 4 de noviembre, y que que según el personaje, debe seguir jugando un “importante papel” para potenciar el bla, bla, bla, bla,…… y bla.

Bueno, pues yo me atrevo a pronosticar que el año que viene, volveremos a leer la misma noticia de la debacle, con matices más, matices menos, pero en esencia, la misma MasMierda de todos estos años, tal como el apellido del ministro.

Así que para los cubanos de la ínsula solo podemos dar un consejo, ya viejo, tanto como el desastre castrista y las promesas vacías.
Compatriotas, aprieten el culeco y sigan dándole a los pedales.


Aguántate de la brocha, que me llevo la escalera.

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