Revista Cultura y Ocio

“Animal”, de Leticia Sierra

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«Hay un animal salvaje dormido en nuestro interior.
¿Qué ocurre cuando despierta?»

MaudyReseña escrita por Maudy Ventosa.

«Al final, el ser humano, hombre o mujer, lleva en sus genes la crueldad. Y el hecho de que ésta se desarrolle en mayor o menor medida no depende del género de la persona, sino de las intenciones, de la necesidad y del carácter de la propia persona. Se afirma de manera contundente en esta novela. Y parece que la autora sabe de qué habla por las pistas que deja en los agradecimientos que figuran al final de la obra.»

“Animal”, de Leticia Sierra

Cubierta de ‘Animal’

Animal publicada por Ediciones B del Grupo Penguin Random House, es la primera novela de la periodista asturiana Leticia Sierra. A través de un narrador omnisciente, la historia avanza rápido, con capítulos cortos como si de crónicas se tratara; te atrapa y te seduce desde la primera página y te ves acompañando a los protagonistas en este thriller potente que te arrastra a lo más profundo de la naturaleza humana: a la condición oculta y maquillada de ese animal que duerme escondido en cada uno de nosotros, que puede aflorar si derriban las barreras que lo contienen.

Código 10-0, código 10-0… en el polígono de Noreña. Necesitamos ayuda.

Es su primera novela, pero a la autora se le nota el buen oficio; magníficamente escrita y con una trama bien estructurada, va dosificando la información para que el lector no sepa más que los investigadores, aumentando la tensión, si cabe; los  personajes son potentes y tienen personalidad propia, tanto los buenos como los depravados; las descripciones de la tierra son muy visuales, no exentas de cariño y ternura, y te trasladan a lugares verdes que huelen a hierba y mimosas; o a la ciudad de Lugo con su antigua muralla romana bien conservada y sus calles estrechas… y a ese mar bravo e impredecible, el Cantábrico, hermoso y gélido, que te enamora.

La novela gira en torno a temas profundos e importantes para la autora que hacen reflexionar al lector. El psicoanálisis explica las fuerzas antagónicas que rigen nuestra forma de pensar y actuar y las instancias psíquicas que Freud define como Ello, Yo y Superyo que siempre están en conflicto. En el Ello estarían las pulsiones primarias, y se rige por el principio del placer. Ahí estaría la parta más instintiva, el animal de la novela: la naturaleza humana tiene una simiente primitiva y animal que, la mayoría de las veces, está latente, contenida por los comportamientos sociales y morales aprendidos de niños… y el niño crece y empezamos a regirnos por el principio de realidad y a controlar el Ello a través del Yo… La socialización hará que interioricemos las normas sociales y se cumplan las reglas morales: el Superyo. El equilibrio entre las tres instancias hará que una persona, según Freud, esté mentalmente sana. Las psicopatologías surgirán en función de la fuerza dominante. Los personajes ejemplifican esta teoría, y me permito incluir esta explicación por el cierto tono pesimista que me transmite la autora cuando habla de la condición humana. Putañeros, borrachos, estafadores, proxenetas, pederastas, pedófilos… y adolescentes destrozados que necesitan expresar su frustración sintiendo dolor físico para acallar el dolor psicológico que les invade. En estas cloacas parece que no hay lugar para la esperanza, si no es a través de la justicia, aunque a veces, es más fácil empatizar con el verdugo que con la víctima… a pesar de no creer en los justicieros ni en tomarse la justicia por su mano.

Otro de los temas presentes en la obra, es la de los límites de la ética en el periodismo –que en estos momentos no ejerce la autora–. ¿Tienen derecho a hurgar sin piedad en el dolor de las personas cuando están destrozadas? A veces, el fin no justifica los medios. A veces no todo vale… pero a veces también los periodistas tienen ética, moral… vistos desde fuera, sin conocer las enormes presiones a las que están sometidos para conseguir una editorial, muchos les denominan “aves carroñeras” que acosan, que tienden a tergiversar las noticias perjudicando las investigaciones e incitando a la sociedad a realizar juicios paralelos… Un buen periodista busca la noticia, no la provoca, esa debiera ser la primera ley del Manual de ética del buen periodista. Utiliza el argot propio del oficio, aclarando los conceptos, para mostrarnos cómo se sigue e investiga una noticia, a veces poniendo en peligro la integridad física y el equilibrio mental del propio reportero.

«Instintos primitivos sin filtro; justicia; ética; límites… Es uno de los mejores thriller que he leído últimamente y espero, y deseo, volver a encontrarme con Olivia Marassa y Agustín Castro en la próxima novela de Leticia Sierra que aguardo con avidez.»

¡Enhorabuena por esta historia! Se que para el trabajo de meses que ha costado su creación, es fácil decir, que he devorado sus 446 páginas en solo dos días… Tómalo como un halago.

PERSONAJES:

  • Olivia Marassa, Livi, tiene un gato que se llama Pancho. Es Periodista de El Diario; y en sus inicios, se creía una mujer de mundo por haber estudiado en Madrid. Es atractiva, de sonrisa fácil y mirada astuta. Sobria y bella. Tez morena y grandes ojos castaños, labios generosos y dentadura perfecta. Cuando tiene una noticia no la suelta, cual pitbull…
  • Agustín Castro, es inspector de Homicidios. Moreno, cincuenta años y mirada astuta. Flemático. El trabajo ocupa toda su vida. Y no quiere interrupciones ni relaciones que le quiten tiempo… o no quería… Es un policía eficiente y eficaz.
  • Mario Sarriá, compañero y fotoperiodista. Pasa de los cuarenta y cinco años. Mide un metro noventa y tiene un cuerpo atlético. Lleva el pelo cobrizo largo, en coleta. Se preocupa por Olivia, por pichón.
  • Guzmán Ruiz, víctima, sesenta y dos años. Parece que no era un hombre honrado… Dicen que era prepotente y autoritario. Estaba casado con Victoria Barreda, más joven que él unos veinte años; una mujer fría, hierática.
  • Jorge Gutiérrez, subinspector de Homicidios. Atractivo; ojos intensamente azules. Detrás de la fachada de niño bien se esconde una mente analítica, lúcida y muy perspicaz. Muy amigo de Castro, casi su familia.
  • Nico, sobrino de Mario, hijo de su hermana Carmen, que trabaja en el ambulatorio. Tiene trece años y se ha convertido en una persona hosca, malhumorada y retraída.
  • Alberto Granados, es Agente de Seguridad Ciudadana. Lleva más de diez años en el Cuerpo Nacional de Policía de Pola de Siero. Muy amigo de Olivia.
  • Guadalupe Oliveira, Clarisa, tiene cuarenta y ocho años y sabe que ya no es mercancía de primera. Aún atractiva. Pelo largo y negro, tez blanca, de busto generoso. Trabaja en La Parada, un prostíbulo muy conocido en la zona.
  • Alejandro Montoro, de la Policía Científica. 60 años, rostro redondo y rubicundo. Lleva gafas de pasta pasadas de moda.
  • Gabriel Miranda, pertenece también a la Policía Científica.
  • Valentín Rioseco es el comisario. Seco y rudo de palabra y trato.
  • Germán Casillas, apodado El Tijeras, es el dueño del club La Parada. Una buena pieza, un pájaro de cuidado. Corpulento, carilleno y de ojos saltones.
  • Alina Góluvev es rusa y es la persona de confianza de Germán. Encargá de traer mercancía y amansarla. 
  • Dolores Requena, la juez de Pola de Siero, firme y dura. Entrada en carnes, de cara agradable y sonrisa fácil. Recta, aunque tenga sus propias convicciones, estas no restarán justicia a sus decisiones.
  • Y los periodistas de El Diario: director Matías Adaro, estirado y presuntuoso; redactor jefe Ángel Espín; jefa de la sección de Regional, Carolina Vázquez; y jefe de la sección de Comarcas, Roberto Dorado, que defendía a muerte el trabajo de los redactores si creía que merecía la pena; Pilar Cienfuegos, es la editora jefa del turno de noche…
  • Marta Espinosa, casada con Mateo Torres –su último jefe–, odiaban a Guzmán Ruiz profundamente, porque los llevó a la ruina, hundió su empresa.
  • Pablo Ruiz Barreda, tiene los mismos ojos y la misma boca que su madre, Victoria

Y muchos más, pero ya sabes, tendrás que descubrirlos…

SINOPSIS de la editorial.
El hallazgo de un cadáver conmociona a los habitantes de una tranquila región rural en Asturias. Se trata de un hombre asesinado con una crueldad extrema, encontrado a pocos metros del prostíbulo local. Aunque era un vecino conocido y respetado, todo parece apuntar a una venganza.
Olivia Marassa es una joven y ambiciosa reportera que trabaja para el periódico de la región y ve en este caso la oportunidad de conseguir una gran exclusiva. Todas las televisiones y los grandes diarios quieren dar cobertura al crimen, pero ella juega con una ventaja: conoce el terreno mejor que nadie.
Así arranca esta novela negra, que nos arrastra a través de sus páginas y nos asoma al lado más salvaje del ser humano.

Lee y disfruta de un fragmento de la novela.

“Animal”, de Leticia Sierra

©Ekron fotógrafos_BN

La autora:
Leticia Sierra Dorado (Pola de Siero, 1972) se licenció en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca. Inició su andadura profesional en Salamanca, en el periódico semanal Tribuna Universitaria. También trabajó en La Nueva España, La Voz de Asturias, El Comercio y Tribuna de Salamanca. Colaboró con COPE Salamanca y con Cadena SER en Madrid.
Actualmente, alejada de la profesión periodística, reside con su marido en Noreña (Asturias).
Leticia Sierra autoeditó ‘Animal’​ hace un par de años, pero ahora Ediciones B se ha interesado por esta novela policíaca y la ha incorporado a su catálogo.

El libro:
Animal ha sido publicado por el Sello Ediciones B del grupo Penguin Random House en su Colección La Trama. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 448 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Para saber más:
https://www.facebook.com/lsierradorado/
https://twitter.com/letiestilolibre?lang=es
https://www.instagram.com/lsierradorado/?hl=es


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