Revista Insólito

Arquitectura pastoril en el norte de Palencia

Publicado el 07 noviembre 2012 por Monpalentina @FFroi

Arquitectura pastoril en el norte de Palencia
El oficio trashumante ocupó a un buen número de vecinos en localidades del noroeste de la provincia como Camporredondo, Otero, Alba o Triollo. De hecho, la pericia y habilidad de estos hombres en el manejo del ganado fino motivó que importantes propietarios de cabañas los requiriesen para trabajar como mayorales o rabadanes. Y es que, aunque su número no era tan significativo como en los pueblos de la sierra leonesa o en la zona más septentrional de la meseta (Soria o Segovia), el arraigo del oficio era muy importante.
La convivencia entre los pastores trashumantes y los montañeses de estos pagos no fue siempre sencilla. Algunos testimonios avalan las quejas de los labradores por la invasión de los campos próximos a las cañadas durante el paso de los rebaños. También eran frecuentes las demandas de los pastores por la roturación y labranza de las vías pecuarias, que año tras año veían reducida su anchura original. El arbitrio de estas desavenencias generó una completa legislación al respecto, en la que también mediaban las autoridades locales.
Sin embargo, aquella estancia estival abría también nuevos lazos de comunica¬ción y hermandad y, con frecuencia, el sentido común se imponía a los conflictos. De hecho, una de las celebraciones más extendidas en el norte palentino es 'la borrega', una comida tradicional con la que los pastores trashumantes reconocían la hospi¬talidad de los vecinos. En ocasiones, esta invitación simbólica estaba regulada por contrato. Otras veces pretendía reconocer la ayuda que prestaban los vecinos en la reparación y cuidado de los chozas o en el auxilio de ciertos problemas con las reses. En cualquier caso, coincidiendo con la marcha de los rebaños hacia Extremadura, mayorales y rabadanes cocinaban una borrega que era degustada junto a los propios del lugar.

El calendario trashumante seguía una pauta regular. Desde comienzos de junio y hasta San Antonio, los primeros rebaños aparecían por tres vías fundamentales. A través del Cordel de las Merinas, del Cordel Cerverano y de la Cañada de San Roque a Pineda y Besande. Estos trazados conducían a las cabañas hasta los puertos, zonas de pastizal de altura que históricamente y desde el punto de vista administrativo estaban relacionadas con los 'bienes de propios' , es decir, terrenos gestionados por los concejos y arrendados a través de pública subasta. Con el transcurso del tiempo y desde finales del siglo XIX, el ferrocarril sería utilizado como sistema alternativo para el transporte del ganado. Hacia los años cuarenta del siglo XX era ya el modo de carga más empleado.
Gran parte de los restos arquitectónicos de nuestro territorio se emplazan en los terrenos más altos, en alguno de los 66 puertos arrendados históricamente al pastoreo trashumante(6). Allí, en esas zonas elevadas, en un medio húmedo y frío durante gran parte del año, los borregueros procedentes de Extremadura y de otras zonas del sur supieron adaptarse a una orografía abrupta, a una vegetación rica y a un clima radicalmente distinto. Y es que las condiciones térmicas e hídricas de los puertos los convertían "en auténticos pastos de verano para ser aprovechados a diente por ovejas merinas"(7) ____________________

(6) De los 66 puertos del norte palentino arrendados históricamente por subasta, 10 se localizan en el municipio de Brañosera, 4 en el de Polentinos, 14 en La Pernía, 6 en el municipio de Triollo y 16 en el de Velilla del Río Carrión. En Gómez Sal y colaboradores: Cuadernos de la trashumancia, número 17, Pernía-Páramos-Alto Campoó, lCONA, Madrid, 1992-1995.

(7) Gil Sánchez, L. y Torre Antón, M. (ed.): Atlas Forestal de Castilla y León, vol. 1I, Junta de Castilla y León, Consejería de Medio Ambiente, 2007.

Arquitectura pastoril en el norte de Palencia
Eduardo Vielba Infante
Editorial Aruz
Colección Historias de la Montaña Palentina
Julio de 2012



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