Revista Motor

Audi financia un estudio medioambiental para la protección de turberas en Donaumoos

Por Juan Luis Omeñaca @Valenciacars1

Audi financia el estudio medioambiental CO2-regio para la protección de turberas en Donaumoos que contribuyen a reducir la cantidad de CO2 en la atmósfera

Las turberas se consideran unos eficaces depósitos de carbono a largo plazo, pues al almacenar enormes cantidades de este elemento en capas de turba, contribuyen a reducir la cantidad de CO2 en la atmósfera. El estudio de viabilidad "CO2-regio", financiado por la Fundación para el Medioambiente de Audi, analiza cómo llevar a cabo la transición de un uso de la tierra basado en el drenaje a otro sostenible que preserve la turba. El estudio examina cómo conciliar las medidas de humidificación en el Donaumoos con las necesidades de los agricultores locales.

El Old Bavarian Donaumoos, el mayor pantano de Baviera, se va a someter a un proceso parcial de re-humidificación, lo que supondrá una importante contribución a la huella de carbono del Estado alemán. Científicos de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Weihenstephan-Triesdorf (HSWT) han dedicado dos años a investigar la capacidad de compensación de gases de efecto invernadero de los pantanos, bosques y humus de la región situada entre Ingolstadt y Augsburgo, ya idear medidas para un uso alternativo del suelo. En mayo, la oficina climática CO2-regio comenzará a ejecutar los primeros proyectos de protección de turberas con certificación climática.

El estudio, financiado por la Fundación para el Medioambiente de Audi, el programa de subvenciones LEADER de la UE y otras entidades, aporta ideas sobre cómo las explotaciones agrarias regionales pueden utilizar sus tierras de forma alternativa y recibir una compensación por ello. Una forma de hacerlo es mediante la emisión de certificados climáticos, cuyo valor depende de las medidas de conservación aplicadas. "Nuestro objetivo es crear un ciclo de valor de las medidas de protección del clima, los certificados de gases de efecto invernadero y quienes quieren contribuir a la protección climática", declara Jonas Galdirs, Director de Proyectos de CO2-regio. El objetivo es facilitar a las explotaciones el cambio a una gestión de los humedales que preserven el valor del suelo.

Certificados climáticos de ayuda financiera

Para ello, los científicos del HSWT han estudiado medidas como la formación de humus, la reforestación, la agrosilvicultura (árboles y sistemas agrícolas o ganaderos integrados en la misma tierra), la producción de carbón vegetal y la protección de turberas , y las han evaluado en función de su viabilidad financiera mediante certificados de gases de efecto invernadero. " Hay una gran dispersión entre las medidas individuales: mientras que la formación de humus hace posible hasta dos toneladas de equivalentes de carbono por hectárea y año, la reforestación alcanza una cifra de entre 5 y 19 toneladas", afirma el ecólogo responsable del estudio , Matthias Drösler. "Con cantidades de entre 10 y 50 toneladas, la protección de las turberas ofrece claramente la mayor ventaja".

Alternativas al drenaje agrícola

Otro resultado importante del estudio es una visión de conjunto que dónde muestra sentido desde el punto de vista ecológico y económico cada tipo de uso del suelo en el contexto de la rehumidificación. Una vez rehumedecida una zona, ya no es posible llevar a cabo la agricultura convencional que se hizo en el pasado. Pero hay alternativas: por ejemplo, bajo ciertas condiciones, instalar sistemas fotovoltaicos, implantar agricultura húmeda y ganadería o la paludicultura.

Carbón vegetal para mitigar el cambio climático: almacenamiento de carbono a largo plazo

Entre otros usos de biomasa, la que crece en la zona estudiada puede emplearse para producir carbón vegetal. "La pirólisis invierte el método de funcionamiento de las centrales eléctricas de carbón" , explica Jonas Galdirs. "En lugar de quemar carbón, que lleva millones de años almacenándose en la tierra, estamos carbonizando plantas para convertirlas en depósitos de gases de efecto invernadero a largo plazo". Incorporado a los materiales de construcción, el carbón vegetal actúa como sumidero permanente de carbono o sirve de sustrato para los árboles urbanos. Según el estudio, una planta de pirólisis en el Donaumoos puede amortizarse en unos cinco o diez años, además de generar certificados climáticos.

Inicio del proyecto y distribucion de certificados

En mayo, la oficina climática CO2-regio iniciará sus actividades, centrándose inicialmente en la rehumidificación. La organización sin ánimo de lucro con sede en Neuburg an der Donau asesorará a los propietarios, apoyará a las explotaciones y pondrá en marcha proyectos de protección del clima validados y verificados por el Centro Científico de Turberas del HSWT. Los beneficios se destinarán a las explotaciones de los participantes. Gracias a la financiación de la Fundación para el Medioambiente de Audi, en breve se pondrá en marcha un primer proyecto en un terreno de aproximadamente cuatro hectáreas en el Donaumoos. "Estamos convencidos de que la protección de las turberas merece la pena y contribuirá de forma importante a que nuestra región deje una huella positiva en el futuro", afirma Rüdiger Recknagel, Director de la Fundación para el Medioambiente de Audi. Está prevista que la oficina climática sin ánimo de lucro se autofinancia a partir de 2026.
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