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Carpe jugulum de Terry Pratchett

Publicado el 24 enero 2011 por Aramys

Carpe jugulum de Terry PratchettDespués de leer veintitrés novelas del Hombre del Sombrero, alguien podría pensar que ya esta bien, que ya tiene suficiente, que ya no tiene gracia, que la calidad baja, que los chistes se repiten, que las sagas cansan, o cualquier chorrada por el estilo. Y no podría estar más equivocado.

Pratchett es un genio, un Maestro, solo hace falta leer cualquiera de sus libros. En esta ocasión, Carpe jugulum, novela numero 23 de la saga del Mundodisco y sexta (y última) de la subsaga de las brujas. Y de las más serias y maduras que he leído hasta ahora. Si, he dicho serias y si, he dicho maduras. La novela es, y no se me asusten, de las mas divertidas de las brujas, con personajes absolutamente entrañables, de los que mas tarde hablare, pero también, a mi parecer, es de las mas serias, ya que el tono general de la novela es bastante sobrio, serio. Pratchett en esta novela habla mucho sobre religión, sobre las personas, sobre como tratamos a las personas, el trato humano, la soledad, la vejez, el racismo (entiéndase desde el punto de vista Pratchiano), la amistad, los cambios de ciclo…

Bien, tenemos a las brujas, Yaya y Tata, como siempre, y a Magrat, ejerciendo de reina y ahora… también de madre y tenemos a Agnes, la ultima incorporación desde Mascarada. En Lancre va a ver una ceremonia importante, el rey Verence y la reina, o sea Magrat van a celebrar la ceremonia del nombre, en la que se comunicara a todo el mundo el nombre del bebe. Para ello han repartido unas bonitas y doradas invitaciones a todos los habitantes de Lancre para que asistan a la ceremonia.

¿A todos? ¿Seguro?

Para la ceremonia, el rey Verence, del que todos ya conocemos su tendencia a la modernidad, a invitado a un nuevo cura, un cura Omniano, el  bastante reverendo Poderosamente Avena, y eso, bueno, tiene un poco mosqueada a Tata, que recuerda perfectamente, que los Omnianos esto…quemaban a las brujas. Vivas. Pero eso no es todo, el rey Verence también ha tenido la genial idea de invitar a unos…esto, Vampiros, o mejor dicho vampyros, ya saben, por aquello de la confraternización. Y bueno, si alguien sabe algo de vampiros sabrá que allí donde los invitan…

Con estos hilos argumentales, Pratchett construye, una vez mas, una buena y divertidísima novela, llena de guiños a cuentos infantiles, leyendas, y demás cosas a las que Pratchett nos tiene acostumbrado. Como os he comentado sorprende la madurez que planea sobre la novela; un ejemplo son las brujas. Siempre han sido tres brujas, pero al marcharse Magrat y faltar una llegó Agnes, pero en esta novela, Magrat vuelve a coger un protagonismo muy fuerte en el hilo argumental, que no pasara desapercibido por Yaya, que por una serie de razones, cree, que al volver Magrat y ser cuatro, sobra una bruja. De una manera sutil y excelente, Pratchett toca el tema de la vejez y la amistad, de los ciclos de la vida. Otro ejemplo es el reverendo Avena, un personaje para mi gusto delicioso, excelente, divertidísimo y por el que uno no puede dejar de sentir cierta ternura y pena. Sobre ese personaje Pratchett despliega todos los tópicos sobre la religión, sobre las creencias, sobre la fe, un personaje bombardeado por las brujas, que creen que la religión es de las peores cosas del ser humano, que se mantiene firme pese a sus contradicciones, pese a sus dudas, una lección excelente que nos imparte el maestro del Sombrero sobre tolerancia…

Un ejemplo mas: nuestro amigo Igor: mayordomo, ayudante, chofer, etcétera de los muy modernos vampyros, un personaje a priori frío y servicial, maltratado y vapuleado por sus amos, que con el paso de los acontecimientos (y de las brujas, sobre todo Tata) descubriremos que es un excelente persona, con ideas y criterio muy claros, y con mucho amor, Igor que esta echo de pedazos de sus antepasados y de donaciones de gente del pueblo, también nos da una buena lección sobre el trato hacia los demás, la tolerancia, la humildad…

En general el libro esta lleno de mensajes, hacia el final del libro, se toca también el amor; Agnes y su otro yo que comparte cuerpo con ella, Perdita sienten algo parecido al amor por cierto personaje…recordemos que Agnes no es precisamente delgada…y que muchos no paran de recordárselo durante toda la historia…

En fin, no deja de sorprenderme que después de tantos libros, Pratchett continúe tan excelente, y eso que la serie de la brujas, a mi parecer, no es de las mejores, me gusta mas la de la guardia, pero solo un poco mas…y es una lastima que la serie de las brujas acabe aquí…por lo que dicen, no volveremos a ver a las tres o cuatro brujas juntas más, aunque si veremos a Tata y a Yaya aparecer en los libros de Tiffani Dolorido.

 

Creo que nunca me cansare de leer a Pratchett.



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