Revista Cultura y Ocio

Casos extremos de recepción estética. 3 ejemplos notables

Por Leandro Tejerina @LeandroTeje

Los “lugares de indeterminación” o simplemente “vacíos” de una obra literaria son aquellos puntos que permanecen sin una referencia concreta en el texto y que el mismo lector completa con su imaginación. Roman Ingarden hablaba por ello de “concretizaciones”: La obra no se constituye como tal hasta no contar con un receptor que la complete por medio de su lectura. Establece así, la tríada autor – obra – receptor como base de la teoría literaria, donde el lector es tan importante como el escritor mismo en lo que hace al objeto que media entre ellos: la obra de arte literaria.

Estos vacíos pueden ser meros detalles o auténticos ejes narrativos de acuerdo a la relevancia asignada a los mismos por el autor en el esquema general de la obra. Las novelas policiales abundan en ellos con la intención de llevar al lector suspicaz por caminos deductivos equivocados y poder lograr finalmente el efecto sorpresa necesario. Más técnicamente: «La obra se concretiza frente al receptor, ella contiene elementos potenciales indeterminados: lugares, tiempos, eventos, personajes, etc. No totalmente cualificados, porque es tarea del receptor suplir esta cualificación de acuerdo con su percepción de lo físico y completar, en su imaginación, las áreas indeterminadas: los objetos representados, que existen dentro de la obra se perciben “como si fueran” totalmente determinados. (…), las concretizaciones pueden variar en detalles, de lector a lector y de lectura a lectura» (Hernández, W. Págs. 1-2, ver al final).

Es común “descubrir” vacíos en una obra literaria cuando la vemos adaptada al cine. Por lo general, texto y film nunca coinciden al 100%. Nos sorprenden (para bien o para mal) la apariencia de los personajes -que pocas veces son como imaginábamos-, los paisajes, la arquitectura, etc. A veces, estas desviaciones son intencionales (vienen con el guión, y obedecen a un propósito consciente por parte del guinista o del director); otras, son sólo “lecturas” de la obra, concretizaciones inevitables.

Pero como ya no se acostumbra leer, todavía puede resultar difícil entender de qué se trata esto de los “vacíos” literaros. Acá van tres ejemplos de textos breves que ilustran (creo) perfectamente la idea de Ingarden (además de ser excelentes obras, por cierto). Todos giran o ponen de relieve de manera notabilísima la indeterminación como elemento constitutivo. Espero gusten de conocerlos o reconocerlos según el caso.

  • Casa Tomada, un cuento de Julio Cortázar que asusta con “nada”.
  • El intruso, de Howard Phillips Lovecraft.

Y mi favorito:

  • Una noche en una taberna, de Lord Dunsany (Teatro).

Quedan invitados los lectores a sumar ejemplos por medio de los comentarios.

Ronald Clyne Illustration Of The Highwayman From Famous Fantastic Mysteries

Ilustración de The Highwayman, Lord Dunsany (Ronald Clyne, 1944)


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