Revista Vino

Catalpa merlot 2011

Por Rumbovino @rumbovino

Seguramente muchos de ustedes se sorprenderán al leer que hoy no vamos a escribir sobre un malbec o cabernet sauvignon. La actualidad vitivinícola argenta indica que los varietales mejor tratados por la prensa nacional e internacional son los que dominan la escena en las góndolas de cualquier vinoteca o supermercado… ocasionando que aparezcan “perdidos” entre filas inmensas de malbecs de todos los tipos, algunos “desubicados” con etiquetas rezando Pinot Noir, Cabernet Franc, Syrah o Bonarda por mencionar algunos. 
No es el objetivo de este post hacer un análisis sobre porqué las bodegas deciden apostar a la monovarietalidad del malbec o a sus cortes—como cosa más nueva—a la hora de jugar sus fichas productivas. La idea es más sencilla, es salir de la monotonía varietal dominante para ofrecerles probar un Merlot que nos encantó. Sabemos que alguno de los amigotes bloguero como Fabián Mitidieri nos lo va a agradecer ya que es uno de los desubicados defensores de este varietal tinto, pariente cercano de Cabernet Sauvignon, tan poco valorado en Argentina (aunque también en otros) y tan preciado en países como Francia, donde se ganó un lugar entre los grandes siendo el cuerpo y el alma de algunos de los vinos más célebres y caros del mundo. Si tiro un nombre al azar como Château Petrus seguro que nadie pone cara de póker.
Si bien sabemos que no son muchas las bodegas patrias que utilizan este varietal puro en sus etiquetas —y mucho menos las que logran buenos ejemplares con ella— la Bodega Atamisque arriesgó fuerte a la cepa bordelesa desde el principio (será por la morriña de sus dueños), logrado hacer unos vinos muy interesantes, que a los merloteros de ley no van a dejar indiferentes. A esta altura de los acontecimientos nos preguntamos qué vino no elabora bien el equipo de Atamisque? Bodega sólida si las hay!*
Este Merlot se obtiene a partir de uvas procedentes de viñedos propios localizados en Tupungato a 1300 msnm (suelo aluvional, con substrato rocoso y capas superiores de textura franca-arenosa). Se aplica una rigurosa doble selección de racimos y granos, y previa maceración y fermentación se somete a una crianza de 12 meses en barricas de roble francés nuevas (30%) y en tanques de acero inoxidable (70%). Descansa un año en la botella antes de salir al mercado.
CATALPA MERLOT 2011
 Color rojo rubí de capa alta y ribetes picota. Limpio, brillante y de piernas largas y densas.
En la nariz presenta mucha fruta roja fresca, marcados tonos vegetales (pimiento verde en abundancia), especias (pimienta blanca) y de fondo notas a humo. Volumen de aroma alto. Exquisita nariz.
En la boca resulta sumamente fresco (exquisita acidez), franco, equilibrado, sabroso y largo. Como descriptores destacan el pimiento, frutos rojos pequeños y jóvenes, mentolados y mucha especia (picantito). Al final asoman sutiles notas a caramelo o azúcar quemado.
Es un vino para romper la rutina del dulzor y la madera que ofrecen mucho de los Malbec actuales. Este merlot va por otro lado, hay frescura sobre todo, mucho pimiento y fruta joven. Aunque tiene algo de cuerpo, que creemos que es debido a su origen, se puede beber por litros. 
En Catalpa Merlot hay terruño, hay elegancia y una decisión clara de que sea la uva quien domine la escena. Hay trabajo, hay detalles y hay respeto por el consumidor. Su precio, $125. La RPC, Buena+.
Nuestro consejo, arriesguen, prueben este Merlot y después nos cuentan. 
Gracias por leernos,
Salute, Rumbovino.
* La web de la bodega está algo desactualizada con los vinos.

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