Si alguna vez te has sentido tan profundo y filosófico que te has comido una mandarina y no has sentido la necesidad de contarlo en las redes sociales, puede que este post sea para ti.
Si se ha dado el caso de que te has comido los marrones por culpa de que un cliente se ha comido un marrón, por culpa de un jefe que le ha echado el marrón, puede que este post sea para ti.
Si en tu muro de Facebook todos los fines de semana se desata una competición de a ver quién es más feliz y quién hace los planes más megamolonessúpertrendys, puede que este post sea para ti.
Si se te ha pasado por la mente que Amancio Ortega, con toda la pasta que tiene, podría crear curro aquí, e incluso, mantener los precios, en vez de explotar a otros países con unas condiciones de mierda, puede que este post sea para ti.
Y si simplemente estás en el baño y no tienes ganas de leerte la etiqueta del champú, evidentemente ¡¡este post es para ti!!
Pero vamos, yo creo que ya vas pillando por dónde va la crítica social del amigo John Holcroft. La verdad es que ya lo posteé una vez en Ateneu pero no me he podido resistir a poner en este blog el jarro de agua fría cargadita de realidad que son sus imágenes. Si alguna te mola mucho, que sepas que te la puedes pillar en múltiples formatos (funda de iPhone, camiseta, lámina, taza, sudadera…) en Søciety 6. Y si te coges la del trabajador de oficina, por lo que más quieras, ¡póntela para el curro!
[ Este señor no deja títere con cabeza, ¡dame que vea más de John Holcroft! ]
¡Gracias por el chivatazo, Antoñita!
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