– Marina Muñoz Cervera –
Si sabemos cuánto es mucho, podemos reducir el consumo y adaptarlo a nuestra salud.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) ha establecido un modelo de perfil de nutrientes, que pretende orientar a los Gobiernos respecto de las cantidades, que deben contener los alimentos ultraprocesados, para no ser considerados insalubres o nada saludables.
Con esta publicación, que podéis descargar desde el siguiente enlace: Modelo de Perfil de Nutrientes, se definen los criterios que serán necesarios para establecer políticas disuasorias (subidas de impuestos, etiquetas de advertencia, etc.), respecto del consumo de ultraprocesados no saludables, incluyendo bebidas.
Criterios básicos en el consumo.
Estos criterios nos ayudan a establecer las cantidades máximas, a partir de las cuáles, nuestra ingesta de azúcares libres, sal y grasas, se considera excesiva:
Para los azúcares libres:
Son azúcares libres aquellos que se adicionan a procesados y ultraprocesados, o bien, que añadimos en la cocina como ingrediente. A diferencia de los azúcares ligados, que son los que contienen las frutas, verduras y hortalizas, de una forma natural.
Se considera una cantidad excesiva de azúcares, si la cantidad de calorías, procedente de esta fuente, supera el 10%del total de calorías diarias.
Cada gramo de azúcar libre nos aporta 4 calorías y para calcular la cantidad, solo tenemos que multiplicar los gramos que consumimos por 4, resultando de esta operación el total de calorías en forma de azúcares libres.
Para el sodio:
Se establece como excesiva la ingesta de sodio, si la razón entre cantidad de este mineral en miligramos y las calorías totales, supera el 1:1.
En los alimentos procesados el sodio es muy abundante y podemos encontrar la cantidad que contienen, en las etiquetas de información nutricional.
En cuanto a la sal de cocina, contiene un 40% de sodio y una cucharadita pequeña nos aporta un total de 2.300 miligramos de sodio. Si nuestro consumo total calórico diario es de 2300 calorías , por ejemplo, la razón sodio/calorías, sería de 1:1. Toda ingesta superior a esa cantidad, supondría un exceso.
Para las grasas totales:
El consumo de grasas totales se considera excesivo, si superamos el 30% de nuestro total calórico diario.
Cada gramo de grasa nos aporta 9 calorías.
Para las grasas saturadas:
Estaremos consumiendo una cantidad excesiva de grasas saturadas, si nuestra ingesta supera el 10% del total calórico diario, procedente de esta fuente.
Para las grasas trans:
La ingesta de grasas trans es excesiva, si supera el 1% del total calórico diario.
En las cifras anteriores, tenemos que basarnos para no desequilibrar nuestra alimentación. Si nuestros alimentos son, en su mayoría, frescos, poco procesados, y no abusamos de la sal común, azúcares, ni grasas sólidas en la elaboración de los alimentos, no superaremos las mencionadas cantidades.
Fuente:
Organización Mundial de la Salud (OMS). Organización Panamericana de la Salud (OPS). “La OPS establece criterios para definir los niveles excesivos de azúcar, sal y grasas en alimentos y bebidas procesadas”. Washington, DC (OPS/OMS), 19 de febrero de 2016.
Imagen:
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