Cuerpos y espíritus en un hotel

Hotel World, de Ali Smith (editado por Alfaguara) es uno de los libros más desconcertantes que me he leído en los últimos tiempos. Quienes vivimos en lugares turísticos, creo que siempre nos hemos preguntado qué ocurrirá en las habitaciones de los hoteles, cuánta energía de cada usuarios queda acumulada, qué callarán quienes trabajan durante muchos años en esos edificios tan peculiares, refugio y tránsito de tantas personas. Así que el planteamiento de la novela me resulta de sumo interés: cinco mujeres narran una historia que gira en torno a un accidente laboral en el Hotel World. A partir de ahí, las voces, algunas metidas en sus cuerpos originales y otras ya solo en espíritu, reflexionan, de forma descarnada, a veces hasta fría, sobre la vida, la muerte, la estupidez humana, la desigualdad, el postureo, el amor...

Cada capítulo posee su propia voz y casi diría que su particular estilo narrativo, cosa que entendí una vez que cerré el libro y busqué información sobre Ali Smith, autora escocesa que acumula las profesiones de profesora, escritora, dramaturga y periodista, lo que me hace pensar que es una genialidad haber conseguido separar lo que está unido en su trayectoria profesional, de forma tan lúcida. Hotel World es uno de esos libros que, por momentos, te descubres leyendo con la respiración contenida y en los que casi agradecen la aparición de alguna página menos conseguida o que parece de relleno, porque es que necesitas tomar aire. En este alojamiento hotelero literario se organizan su propia fiesta de pijamas casi todas las emociones humanas y no siempre el alma está en forma para procesarlas así, todas juntas.