Revista Cultura y Ocio

De “La doble y única mujer”- Pablo Palacio

Publicado el 31 agosto 2016 por Ispamaga @is_ma_ga

La lectura de “La doble y única mujer” es uno de los cuentos que forma parte de “Un hombre muerto a puntapiés” que Pablo Palacio publicó en 1927, se implanta exactamente dentro de esta dinámica que invita al lector a ocupar un papel creativo y activo “a través del tiempo y espacio”. (Léelo aquí)

fotograf{ia de Pablo PalacioEste escritor y abogado ecuatoriano oculta una cantidad extraordinaria de lenguaje figurado en todos sus relatos. Él como escritor, hace cuestionar la subjetividad de cada lector, “La doble y una mujer” es un claro ejemplo de interacción narrador-oyente, este narrador personaje necesita de nuestra completa imaginación, nos da la necesidad de sentir todo lo que lo angustia e inquieta, y su contexto es un tema extenso de debate porque no existen datos suficientes para saber si “La doble y única mujer” es una siamesa; una sola mujer con doble personalidad o un transexual, esto último da alusión a su afán por desechar los estereotipos que ya se daban fuertemente en ese tiempo y a pesar de pensar diferente a todos siempre tuvo clara su razón de lo correcto. 

Existen varios pensamientos de lo que intenta decir la obra, pero éste cuento es sin duda un laberinto de subjetividad. Esta visión de “La doble y única mujer” no va dirigido a la simple siamesa a la que le da igual la relación que lleva con sus padres, o el ambiente que la rodea. 

El problema del lector surge cuando nos cuestionamos; si existen solo dos mujeres en este personaje o la lucha de un hombre y una mujer reprochando sus propias inclinaciones, ya con la segunda postura existe más de un conflicto, como por ejemplo el padre odiando a su madre al no tener “el hijo que desea” por aborrecer su presencia que es un caso clásico en las familias con un miembro transexual,  pero no deja de ser la llegada del amor lo que manda en todo esto pues a “La doble y una mujer” le importa poco lo que de ellas piensen y nos muestra tal cual su vida la que para nosotros sería “miserable” y más para las ataduras de conceptos en esa época.

Querer encontrar el verdadero trasfondo de esta historia es remontarse a la época donde los transexuales y las personas con deformidades, consideradas como monstruos eran escondidos o marginados, ya que se decía que prevenían el mal por castigo divino. 

 Pablo Palacios en este relato, ya da referencia a la transexualidad, “actitudes intelectuales y conformidades naturales” son descripciones que se da La doble y única mujer justificadas bajo lo difícil que podría ser entender su condición que para ella no es un problema si no para las personas que la rodean que sienten lastima o en otros casos vergüenza, quizás, también puede ser esa doble persona que en algún momento llegamos a tener riñendo dentro de nosotros, que nos confunde, que nos juzga sobre lo que somos y lo que esperan que seamos (aquí también se alude a la transexualidad, porque naces con sexo femenino o masculino y la sociedad espera que asumas el rol de tu sexo), también “Esta dificultad, que de se­guro no será allanada por nadie, sé que me va a traer el calificativo de desequilibrada porque a pesar de la distancia domina todavía la ingenua filosofía cartesiana, que pre­tende que para escuchar la verdad basta poner atención a las ideas claras que cada uno tiene dentro de sí”  lo que cada uno tiene dentro de si esa otra alusión a los cuestionamientos de las verdades de cada persona que intervienen en lo correcto o lo incorrecto. En el caso del personaje, no pelea solo con esto sino más bien, pelea con la desesperación de no abandonarse a sí misma, la influencia que pueden llegar a tener en nosotros los comentarios ajenos.

“Pablo Palacio agrupa un conjunto de seres bajo un denominador común: la singularidad. A causa de esta singularidad, los personajes sufren el acoso cruel y despiadado de quienes les rodean. Encontramos al homosexual, al demente, al sifilítico, y en ‘La doble y única mujer’, hayamos a un ‘ser único’ que no cabe en el reino de los humanos, y que es una extraña unión de dos mujeres cuyos intereses siempre son contrapuestos”

La narradora de “La doble y única mujer” se compara siempre y únicamente con otros hombres. Por ejemplo: “al revés de lo que considero que sucede con los demás hombres, siempre tengo yo una comprensión, una recepción doble de los objetos”; “Yo no sé lo que sería de mí de estar constituida como la mayoría de los hombres; creo que me volvería loca. . .”

Se podría interpretar esta narración al “hombre” en el sentido total de la humanidad, pero es raro que una mujer extraña y directa como lo es la narradora, no enuncie nunca su particularidad y su diferencia en comparación con otras mujeres. Es por esto que sugiero que  “La doble y única mujer” podría tratarse de un ser transexual, que acepta su sexualidad combinada y que ha de posesionarse su ser femenino en esta dualidad única del personaje, luchando contra la sociedad.

Pablo Palacios, defendió a los sin voz sin necesidad de decir que estaba brindando ayuda, buscaba abrir la mente y se lanzaba con su escritura a defender diferentes posturas, fue futurista porque “La doble y única mujer” como otro de sus cuentos, no parece de la época, poniendo a un transexual como narrador de la obra, y si llegamos a descubrir de quien en realidad se habla; si de las dos mujeres o del transexual perdería esa magia para ponernos a pensar, perdería esa subjetividad, esta obra nos deja una significativa reflexión para los que si vemos a un transexual en ella.

Palacio, Pablo, Colección Literatura y Justicia, Quito – Ecuador, 2013
Cuento: Palacio, Pablo. La doble y única mujer.

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