Dedícate una noche buena

Puede que hoy te duela la cabeza, que estés cargada de "¿qué haces esta noche?", de "ay, qué poco espíritu navideño", de soledades incomprendidas o traiciones imperdonables. Quizás has escuchado demasiados "en estos días tenemos que ayudarnos", "todo saldrá bien", "estaremos todos", "nadie vendrá". O el caso es que un año más vas a demostrarte que si tú no envías primero un mensaje, tu móvil no recibirá ni una triste notificación. Es posible que hayas visto sensibleros anuncios en los que la magia se produce, el éxito navideño está garantizado y todos somos seres de luz. Tal vez te hayan dicho que tú no puedes quejarte, que "mira cómo está el mundo", que "a dónde vas esta noche con el frío que hace". También te habrán metido en la cabeza que en esta época es cuando la solidaridad se expande como la estrella de Belén. Pero es ahora cuando te das cuenta que eres tú quien necesita ayuda, paz, un fisco de calma, el roce de una manta, un viaje en solitario al confort o, todo lo contario, una fiesta de esas memorables (con las debidas precauciones, eso sí). Así que decide hoy que todas las Nochebuenas son válidas, si las celebras como te pide el cuerpo. Sin mirar a los lados, sin compararte con las estampas navideñas de otras ventanas, dedícate una noche buena.