Revista Educación

Dejen las sonrisas en paz

Por Siempreenmedio @Siempreblog
Dejen las sonrisas en paz

Habrá sido fruto de la casualidad, pero van dos de dos. Una serie y una película del mismo año (2022) han decidido que los espíritus malignos nos sonrían, en vez de poner esas caras terribles que nunca presagian nada bueno. Ya sé que no hay nada más terrorífico que alguien malo que sonríe, bueno sí, que además sea un infante, pero con las pocas risas para las que estamos, lo que nos faltaba ahora es que nos dieran miedo. La cuestión es que tanto la serie From, creada por John Griffin, como la película Smile, dirigida por Parker Finn, utilizan este más que inquietante recurso.

En From, de la que parece ya se ha renovado una segunda temporada, diferentes grupos (familias o no) van a dar a un pueblo del que parece imposible salir y que, por la noche, desata todos sus monstruos. Esos seres amenazantes, cuando se presentan en forma humana, suelen lucir unas espléndidas sonrisas antes de comerse todo lo que se les ponga por delante.

En Smile, una doctora presencia un traumático incidente, con resultado fatal, que perpetra una paciente con una terrorífica sonrisa en su cara. Las personas sonrientes parecen presagiar así una catástrofe tras otra. En este caso, la película cuenta con gran presencia femenina, en lo que parece una asociación entre las mujeres y una salud mental precaria, lo que me pregunto si fue pura casualidad o una denuncia buscada por director y guionistas. De todas las sonrisas, la más terrorífica es para mí la de un personaje secundario, la doctora Madeline Northcott, que interpreta con maestría Robin Weigert.

Ni serie ni película se caracterizan por querer dar un giro de guion espectacular o inventar nada nuevo en el género, todo lo contrario, tienen ambas producciones un deje de clásico, de terror que enseña las cartas desde el inicio, de ese que no plantea incógnitas irresolubles para terminar en un final insulso. Son dos propuestas interesantes y entretenidas para quienes gustan de este género pero, por favor, dejen ya el temita de las sonrisas, que da más miedo del que igual ahora mismo podemos soportar.

He decidido ilustrar esta entrada no con los carteles oficiales, que pueden encontrar a golpe de buscador en un momento, sino con una imagen obtenida a través de midjourney, esa inteligencia artificial que ahora aparece cada dos por tres en los medios de comunicación. En este caso, le pedí, de forma amable, que se imaginara una sonrisa terrorífica, así, sin darle datos del género o de la raza. Es curioso que me devolviera esta imagen: mujer, blanca y joven. Da que pensar (y miedo, también).

Dejen las sonrisas en paz


Volver a la Portada de Logo Paperblog