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Descubierto el núcleo remanente de un planeta gigante

Por Cosmonoticias @Cosmo_Noticias
Descubierto el núcleo remanente de un planeta gigante

Ilustración de GJ 3470b, un planeta del tamaño de Neptuno perdiendo su atmósfera debido a la intensa radiación de su estrella. Crédito: NASA, ESA y D. Player (STScI).

El planeta TOI-849b es inusual. Ubicado a 730 años luz de la Tierra, este nuevo mundo está dentro de lo que la astronomía conoce como “desierto neptuniano”, una zona muy cercana a su sol, donde la temperatura es muy alta y donde casi no se encuentran planetas gaseosos pues su atmósfera simplemente se evaporaría. Pero eso es exactamente lo que un equipo de científicos internacionales detectaron desde uno de los observatorios del desierto de Atacama.

“Encontramos un planeta extrasolar similar al tamaño a Neptuno, que probablemente fue el núcleo de un planeta gigante en el pasado, un núcleo expuesto”, explica James Jenkins, astrónomo de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, agregando que es el primer mundo de este tipo en ser descubierto.

Con un tamaño cuatro veces mayor que la Tierra y una masa 40 veces superior, su densidad es muy parecida a la de nuestro planeta, por lo que “o bien tiene muy poca atmósfera o simplemente no tiene una, siendo así una bola gigante de roca”, agrega el también investigador del Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA).

“Los modelos computacionales que utilizamos para explicar nuestro descubrimiento indican que este gigante de gas perdió su envoltura exterior, es decir, su atmósfera, dejando la cáscara rocosa que descubrimos. Lo anterior nos entrega la posibilidad de investigar más a fondo los detalles sobre los núcleos de los planetas gigantes de gas, algo que es difícil de hacer incluso en nuestro propio sistema solar”, agrega Jenkins.

Descubierto el núcleo remanente de un planeta gigante

El «desierto neptuniano» en un gráfico de radio de exoplanetas versus distancia a la estrella. Crédito: NASA, ESA y A. Feild (STScI).

La señal del planeta fue descubierta primero por el Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS), de la NASA. Tras esto, se realizaron mediciones fotométricas de seguimiento, que permitieron la confirmación de su señal, hecho clave para lograr la medición del radio del planeta. Mientras que la confirmación final y la masa fueron determinadas a través de un sofisticado instrumento denominado HARPS del Observatorio La Silla de ESO en Chile.

“TESS encontró la primera pista en octubre de 2018, posteriormente tomó un año obtener las mediciones de seguimiento para confirmar el planeta y medir su masa. Las pruebas adicionales y la redacción de nuestro trabajo significaron que todo el proceso ha llevado casi dos años”, describe el académico de la Universidad de Chile.

El científico también concluye que su grupo pretende continuar monitoreando este sistema en búsqueda de planetas adicionales y ​​también determinar si queda algo de la atmósfera para poder estudiarlo. “Los modelos sugieren que la atmósfera no puede ser más del 3% de la masa del planeta, sería grandioso confirmar que nuestra hipótesis es correcta”, concluye.

El estudio “A remnant planetary core in the hot Neptunian desert” fue publicado el 1 de julio de 2020 en Nature.

Fuente: Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines


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