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Detectada una misteriosa señal de radio: Cómo descubrir si una señal extraterrestre es real

Por Cosmonoticias @Cosmo_Noticias
Planeta Próxima b

Ilustración artística del exoplaneta Próxima b. Crédito: ESO/M. Kornmesser.

La iniciativa Breakthrough Listen de 100 millones de dólares, fundada por el multimillonario ruso Yuri Milner y su esposa Julia, ha identificado una misteriosa señal de radio que parece venir de la estrella más cercana al Sol, Próxima Centauri. Esto ha generado una corriente de emoción en la prensa y entre algunos científicos. El descubrimiento, que fue informado originalmente por The Guardian, pero que aún no ha sido publicado en una revista científica, podría ser la primera señal candidata real de la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI).

Aunque el equipo de Breakthrough Listen aún trabaja con los datos, sabemos que la señal de radio (apodada BLC-1) fue detectada por el radiotelescopio Parkes en Australia mientras apuntaba a Próxima Centauri que se cree es orbitada por al menos un planeta potencialmente habitable. La señal estuvo presente durante toda la observación, durando varias horas. Además estuvo ausente cuando el telescopio apuntaba en una dirección diferente.

La señal era de “banda estrecha”, lo que significa que solo ocupaba un rango reducido de radio frecuencias, y cambió de frecuencia de una manera que se esperaría si procediera de un planeta en movimiento. Estas características son exactamente el tipo de atributos que los científicos de SETI han estado buscando desde que el astrónomo Frank Drake comenzó la iniciativa pionera hace unos 60 años.

Aunque esto representa un progreso notable en nuestra búsqueda de la cuestión fundamental de si estamos solos en el universo, la señal BLC-1 también representa una oportunidad para reflexionar sobre cómo se llevan a cabo estas búsquedas. En particular, BLC-1 destaca un problema persistente para la búsqueda SETI desde sus inicios: las señales desaparecen. BLC-1 no ha sido observada desde que fue detectada en 2019.

Si finalmente BLC-1 surge como una verdadera señal SETI candidata, será la primera desde la señal “Wow!” registrada en 1977. Este es el ejemplo más famoso de una señal candidata inconclusa; nunca fue observada nuevamente. Eso no significa que no pueda tener naturaleza extraterrestre. La alineación perfecta de transmisores y receptores en movimiento y potencialmente en rotación, separados por distancias interestelares, es siempre probable que sea una circunstancia fortuita y algunas veces temporal.

Sin embargo, esto representa un desafío para el equipo de Breakthrough Listen. Si BLC-1 nunca se repite, será muy difícil llevar a cabo el tipo de seguimiento detallado que convencerá totalmente a los científicos que de es un mensaje extraterrestre. Los escépticos argumentarán con razón que es más probable que sea una nueva forma de interferencia de radio generada por humanos o una característica poco común del instrumento de observación.

De hecho, puede que nunca sea posible proporcionar evidencia realmente convincente de la naturaleza extraterrestre de un evento SETI basado en un telescopio con un solo disco, como Parkes. Este es especialmente el caso de los eventos únicos.

Caminos a seguir

Una forma de avanzar sería abandonar el enfoque tradicional de usar grandes platos únicos para SETI. Mientras que un disco parabólico tiene la propiedad útil de ser sensible a una región de cielo de gran tamaño, si se detecta una señal candidata no hay manera de saber exactamente de dónde proviene. Entonces, aunque el telescopio Parkes estaba apuntando a Próxima Centauri, había literalmente cientos de miles de otras estrellas en el campo de visión. En última instancia, cualquiera de ellas podría ser potencialmente la fuente de BLC-1.

Detectada una misteriosa señal de radio: Cómo descubrir si una señal extraterrestre es real

Radiotelescopio del Observatorio Parkes. Crédito: CSIRO/Alex Cherney.

Podemos superar este problema observando con varios platos de manera simultánea, de preferencia separados por cientos e incluso miles de kilómetros. Al combinar sus señales usando una poderosa técnica conocida como interferometría de línea de base muy larga (misma técnica utilizada para obtener la primera imagen de un agujero negro) es posible determinar la posición de una señal con una excelente precisión, como una estrella en particular.

Para sistemas cercanos como Próxima Centauri, podemos lograr una precisión de aproximadamente una milésima parte de una unidad astronómica (la distancia media entre el Sol y la Tierra, o aproximadamente 150.000.000 km). Esto debería permitirnos identificar no solo el sistema estelar, sino también el planeta asociado que transmitió la señal.

Con tal enfoque, el movimiento en el cielo de la mayoría de señales podría ser medido en un año o incluso menos. Hay otras ventajas de observar con un conjunto interferométrico de telescopios, tales como tener varios telescopios completamente independientes detectando la misma señal.

Además, las interferencias de radio de la Tierra, no serían registradas por telescopios que estén separados por cientos de kilómetros. De esta forma, las interferencias de origen humano que han contribuido a muchos falsos positivos para SETI, y que han incluido satélites e incluso hornos microondas, desaparecerían completamente.

Este tipo de interferometría es una técnica bien conocida que ha existido desde finales de la década de 1960. Entonces, ¿por qué no se realiza búsquedas SETI sistemáticamente con esta técnica? Una razón es que combinar los datos de un conjunto de telescopios requiere más esfuerzo en casi todos los aspectos, incluyendo mayores recursos informáticos. Una observación de pocos minutos generaría muchos terabytes de datos (1 terabyte equivale a 1.024 gigabytes).

Pero ninguno de estos problemas es un impedimento, especialmente a medida que la tecnología continúa avanzando a ritmos sin precedentes. Tal vez un factor más importante es la inercia humana. Hasta hace poco, la comunidad SETI ha sido bastante conservadora en su enfoque, con equipos que trabajan en telescopios de un único disco. Estos científicos no necesariamente están familiarizados con las características de los conjuntos interferométricos.

Afortunadamente, finalmente esto está cambiando. Breakthrough Listen ahora busca incorporar conjuntos como MeerKAT, el Jansky Very Large Telescope (JVLA) y eventualmente el Square Kilometre Array (SKA) en sus futuros programas de sondeos. Mientras tanto, prepárese para una lluvia de eventos de radio ambiguos, y con suerte la reaparición de BLC-1. Determinar la ubicación precisa y el movimiento de estas señales podría ser la única manera de alcanzar conclusiones inequívocas.

Fuente: The Conversation


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