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Detectado un problema en la telemetría de Voyager 1

Por Cosmonoticias @Cosmo_Noticias
Detectado un problema en la telemetría de Voyager 1

Imagen de una de las sondas Voyager. Crédito: NASA/JPL-Caltech.

El equipo de ingeniería de la sonda Voyager 1 de la NASA intenta resolver un misterio: el explorador interestelar opera normalmente, recibiendo y ejecutando comandos de la Tierra, además de recolectar y enviar datos científicos. Pero las lecturas del sistema de articulación y control de actitud (AACS) de la sonda no reflejan lo que realmente ocurre a bordo.

El AACS controla la orientación de la nave de 45 años de edad. Entre otras tareas, mantiene la antena de alta ganancia de Voyager 1 apuntando con precisión hacia la Tierra, permitiéndole enviar datos. Todas las señales sugieren que el AACS sigue funcionando, pero los datos de telemetría que envía son inválidos. Por ejemplo, los datos pueden parecer generados aleatoriamente, o no reflejan ningún estado posible en que podría estar el AACS.

El problema no ha activado ningún sistema de protección de fallos de a bordo, que fueron diseñados para poner la sonda en “modo seguro”; un estado donde solo se lleva a cabo operaciones esenciales, dando tiempo a los ingenieros para diagnosticar el problema. La señal de Voyager 1 tampoco se ha debilitado, lo que sugiere que la antena de alta ganancia mantiene su orientación hacia la Tierra.

El equipo continuará monitoreando de cerca la señal a medida que continúan determinando si los datos inválidos vienen directamente del AACS o de otro sistema involucrado en producir y enviar datos de telemetría. Hasta que la naturaleza del problema sea comprendida, el equipo no puede anticipar si podría afectar cuánto más la nave puede recolectar y transmitir datos científicos.

Actualmente, Voyager 1 se encuentra a 23.300 millones de km de la Tierra y la luz tarda 20 horas y 33 minutos en viajar esa distancia. Eso significa que toma alrededor de dos días enviar un mensaje a Voyager 1 y recibir una respuesta, una demora a la que el equipo de la misión está acostumbrado.

“Un misterio como este es normal para esta etapa de la misión Voyager”, dijo Suzanne Dodd, directora del proyecto de Voyager 1 y 2 en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA. “Las sondas tienen casi 45 años, mucho más de lo que anticiparon los planificadores de la misión. También estamos en el espacio interestelar; un entorno de alta radiación donde ninguna nave ha volado antes. Así que hay algunos grandes desafíos para el equipo de ingeniería. Pero pienso que si hay una manera de resolver este problema con AACS, nuestro equipo la encontrará”.

Es posible que el equipo no pueda encontrar la fuente de la anomalía y, en cambio, se adapte a ella, dijo Dodd. Si encuentran la fuente, podrían ser capaces de resolver el problema con cambios de software o potencialmente mediante el uso de uno de los sistemas de hardware redundantes de la sonda.

No sería la primera vez que el equipo de Voyager ha dependido del hardware de respaldo: en 2017, los propulsores principales de Voyager 1 mostraron signos de deterioro, por lo que los ingenieros cambiaron a otro conjunto de propulsores que habían sido usados originalmente durante los encuentros planetarios de la nave. Esos propulsores funcionaron, a pesar de no haber sido utilizados durante 37 años.

La sonda Voyager 2 (actualmente a 19.500 millones de km de la Tierra), gemela de Voyager 1, sigue operando normalmente.

Lanzadas en 1977, ambas Voyager han operado mucho más de lo que esperaban los planificadores de la misión, y son las únicas naves que recolectan datos en el espacio interestelar. La información que proporcionan de esta región ha ayudado a impulsar una comprensión más profunda de la heliosfera, la barrera difusa que crea el Sol alrededor de los planetas en el Sistema Solar.

Cada nave espacial produce alrededor de 4 vatios menos de energía eléctrica por año, limitando la cantidad de sistemas que la sonda puede usar. El equipo de ingeniería de la misión ha apagado varios subsistemas y calentadores a fin de reservar energía para los instrumentos científicos y sistemas críticos. Ningún instrumento científico ha sido apagado como resultado de la disminución de energía, y el equipo de Voyager está trabajando para mantener las dos sondas operando y enviando información científica única más allá de 2025.

Mientras los ingenieros continúan trabajando en resolver el misterio que Voyager 1 les ha presentado, los científicos de la misión continuarán aprovechando al máximo los datos enviados desde el punto de vista único de la nave.

Fuente: Jet Propulsion Laboratory


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