Domingo Dulce, militar de éxito nacido en Sotés

Domingo Dulce fue un exitoso militar español nacido en la pequeña localidad riojana de Sotés. (Sotés, La Rioja, 1808-Amélie-les-Bains 1869). Ingresó en el ejército como cadete a los quince años; participó en la represión del movimiento de los agraviados de Cataluña, y luchó en la primera guerra carlista a las órdenes de Espartero. Terminó la campaña como teniente coronel e ingresó en el cuerpo de alabarderos.
Al producirse la conspiración moderada de 1841 e intentar los generales Concha y León el asalto del palacio real (7 oct.), Dulce, que se hallaba de servicio aquella noche, defendió bravamente la escalera que conducía a las habitaciones de la reina y frustró el proyectado golpe de fuerza.
La vuelta de los moderados al poder, tras la caída de Espartero, le relegó por unos años a un puesto secundario en el resguardo de la sal, pero volvió al servicio activo en 1847, fue ascendido a general y tomó parte en la segunda guerra carlista, en el curso de la cual obtuvo una destacada victoria sobre la caballería de Cabrera en las proximidades de Castell-Florite (Huesca).
En 1854, siendo director general de caballería, contribuyó decisivamente al éxito de la Vicalvarada, al unirse a O'Donnell con las fuerzas que mandaba. Siguió al frente de la caballería hasta 1856, y de 1858 a 1862 fue capitán general de Cataluña; en el curso de esta gestión tuvo que reprimir el intento carlista de la Ortegada, a causa de lo cual se le otorgó el título de marqués de Castell-Florite.
De 1862 a 1866 estuvo como capitán general en Cuba; de regreso a España conspiró contra el gobierno de Isabel II, fue desterrado a Canarias en unión de Serrano y de otros generales, y regresó en triunfo al pro-ucirse la revolución de 1868. De nuevo se le envió a Cuba en enero de 1869, pero en esta ocasión su politica conciliadora y oportunista tropezó con la intransigencia de los voluntarios españoles, que llegaron al extremo de cercarle en su propio palacio y de forzarle a dimitir (junio 1869). Amargado y enfermo de cáncer, volvió a España y murió meses más tarde en un balneario francés.