Revista Educación

Don Basilio y Doña Juana

Por Siempreenmedio @Siempreblog

Fueron mis vecinos desde que, ya hace 20 años, mis padres dejaron el carismático barrio del Toscal, y nos llevaron a La Cuesta. Desde el primer momento hubo entendimiento entre mis padres y ellos: nos regaban las plantas en verano, Doña Juana siempre tenía un platito de potaje preparado para cada uno, cuando mis padres traían naranjas de Valencia, Doña Juana y Don Basilio tenían zumo durante dos meses.

Me gustaba mirar su parsimonia, su lentitud al hablar, al caminar, siempre me pareció que eran mayores. Desde hace 20 años, yo creí que Doña Juana y Don Basilio ya eran mayores. Pero sus modales y su educación no nacían de su edad, sino de su bondad.

De hecho, al buscar la palabra bondad en la RAE debería salir la foto de Don Basilio, con su chaqueta de punto azul, su pelo canoso yo creo que desde que nació, y sus manos blanquecinas y cautelosas. Nunca nadie tendrá mejores vecinos que ellos, buenos.

La última vez que vi a Doña Juana me dijo: “Ay Pablito, ya no te veré más, cuando vuelvas de Colombia ya no estaré aquí”. Don Basilio la miró con media sonrisa, y me pareció que le decía mentalmente: no te vayas.

Pero sí, se fue. Hace poco me enteré que Doña Juana, mayor desde hace 20 años, decidió dejar a Don Basilio solo, en un mundo en el que estoy seguro no quiere estar.

Porque aparte de ser bueno, Don Basilio nació para querer, para adorar y para cuidar a Doña Juana. La amó durante 50 años como nunca amará a nadie, combatiendo la dureza del tiempo, con una pasión que a veces rozaba lo enfermizo.

-Me voy al super, que me manda “la jefa”- decía a veces desde la cancela de al lado.

-Basilio, si usted no sabe vivir sin ella- le contestaba mi madre.

-Tiene usted razón

Ahora que me encuentro a miles de kilómetros de distancia de Don Basilio, y que no me puedo echar un vaso de vino con él, me encantaría preguntarle: ¿cuál es el secreto? ¿Cómo se quiere a una mujer durante toda la vida, cómo se tiene la certeza de que es ella y no otra?

Don Basilio tiene la pócima mágica, y es algo que escasea. Espero que siga con nosotros muchos años más, pero no está completo, no es un hombre entero. Es una persona que espera el momento de volver a cuidar al amor de su vida.

Coño, yo quiero eso.


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