Dos premisas para emprender con éxito

Emprender es una actividad de riesgo. Todos lo sabemos. Pero conseguir sacar adelante una nueva empresa es una sensación comparable a pocas. Yo lo he experimentado personalmente y puedo decir que no hay nada más reconfortante.

De ahí que todos los días hay alguien que se lanza a ello confiado en que tiene la fórmula del éxito.

Sobre el tema se han escrito muchos libros, y nunca está de más leerlos y tratar de sacar enseñanzas, porque no sobra nada cuando el emprendedor se lanza a la aventura de emprender.

Yo me atrevo a dar dos consejos, que me parecen vitales para salir adelante, y que se repiten en las historias de muchas empresas de éxito:

1º Asegúrate de que tu producto resuelve un problema

Los proyectos de éxito parten del lanzamiento de un producto o servicio que resuelve un problema, una necesidad, de su mercado objetivo. Cuanto más gravosa y perentoria sea esa necesidad, mejor. Cuanto más generalizada, mejor.

Y si otros productos ya se dirigen a ese nicho de mercado, ellos lo hacen mejor, su propuesta de valor es más completa: más accesible, más funcional, más fácil de usar, más barata...

Son conceptos de sentido común que a veces no es tienen en cuenta.

Si tu producto no resuelve un problema de verdad, quizás es mejor que descartes iniciar tu aventura, porque fracasarás o languidecerás sin llegar a ninguna parte, como un proyecto zombie de los muchos que vemos pulular por los mercados todos los días.

¡Ah! Y no te engañes a ti mismo diciendo que tu producto resuelve un problema, cuando realmente no es así. También se dan muchos casos.

2º Escucha continuamente al mercado, y no dudes en pivotar

Y no solo una vez, sino las que haga falta. Son pocas las startups que aciertan en su enfoque a la primera. El éxito de verdad viene cuando el producto, la propuesta de valor, el modelo de negocio y el mercado están totalmente alineados. Y eso no es fácil conseguirlo a la primera. Hay que escuchar e interpretar al mercado, y estar dispuesto a pivotar las veces que haga falta.

Te sorprenderías de saber que la mayoría de proyectos exitosos han pivotado, una o varias veces.

Apple, Dropbox, Uber y muchos más, son ejemplos de empresas que alcanzaron de verdad el éxito cuando pivotaron, modificando su producto, su propuesta de valor, su modelo de negocio o incluso su nicho de mercado, hasta dar con la tecla que los catapultó a la cima.

Porque el éxito del emprendedor le llega, como la fortuna, como consecuencia de un trabajo continuo e inteligente, probando, arriesgando, y sobre todo escuchando a los clientes y analizando el mercado, observando más allá de lo evidente.

También son conceptos de sentido común, que muchas veces tampoco se aplican como debieran. Hay emprendedores que están empeñados en que el mercado es el que está equivocado, sin tener la humildad de reconocer que los equivocados son ellos, y que solo se triunfa si se consigue una propuesta de valor alineada, entre lo que los clientes necesitan y lo que la empresa les proporciona.