Revista Educación

El Almendro

Por Siempreenmedio @Siempreblog
El Almendro

Cuentan que el primer portal de Belén lo montó en 1223 San Francisco de Asís. Doscientos cincuenta años después, vía franciscana, llegó esta tradición a España. También es foránea la costumbre de decorar un árbol, ya habitual en Centroeuropa en el siglo XVII, pero que aquí no llegó hasta 1870 gracias a una princesa rusa casada con un aristócrata español. Más reciente es la sintonía de Vuelve a casa por Navidad, el famoso anuncio de turrones El Almendro, emitido por primera vez en 1980.

La tradición de que mis compañeros de laboratorio se vayan al extranjero a trabajar comenzó en 2001, el mismo año en que empecé a trabajar en un laboratorio. Oxford fue el primer destino. Luego vinieron Manchester, Pittsburgh, Newcastle, Rochester (Nueva York), Rochester (Minnesota), Los Angeles, París, New Haven, San Diego, Boston, Friburgo (Suiza), Londres, Columbus (Ohio), Durham (Carolina del Norte), Copenhague, Odense, Nueva York, Colonia, Norwich, Cambridge. Todos ellos vuelven a casa por Navidad. El año que pueden. Y solo por Navidad. Alguno ha conseguido acercarse y trabajar en Europa (Nicosia, Rennes, Ginebra, otra vez Colonia, otra vez Londres). Otros han vuelto a España abandonando la ciencia. Alguno (solo me vienen tres a la cabeza) ha vuelto a España a malvivir de la investigación. Muchos llevan años intentando volver. Otros tantos han dejado el retorno por imposible y disfrutan de las bondades de tener un trabajo bien pagado y mejor considerado (en otros lugares ocurre). Varios de ellos son auténticos genios. No basta.

Puede que vea a alguno de ellos estas fiestas. A otros no, porque la casa a la que vuelven cae por distintos pagos. Si los veo, si coincidimos, los abrazaré fuerte y los envolveré en una bandera. En la de casa, la nuestra. Esa tan importante que convierte en secundario todo lo demás.

El Almendro

Volver a la Portada de Logo Paperblog