Revista Viajes

El caribe amazónico

Por Captainflint

Semajante afirmación puede parecer una exageración pero en realidad no dista mucho de la realidad. Alter do Chao es una maravilla de sitio. Un pequeño pueblo situado a cierta distancia de la unión del Amazonas con uno de sus afluentes, el río Tapajos, que en la estación seca del año en la que estamos ahora mismo retrocede dejando al descubierto playas de arena blanca.

Efectivamente, el lugar tiene un aspecto totalmente caribeño y a uno le da la impresión de que está en la costa y no en lo más profundo del continente. La ciudad está rodeada por el Lago Verde en el que se encuentra, a pocos metros de la playa, la atracción principal de Alter do Chao: La Isla del Amor.

Ihla do Amor

Ihla do Amor

Un islote largo y estrecho de arena blanquísima, árboles verdes y chiringuitos con mesitas prácticamente sobre el agua. No es que sea el único motivo para venir aquí pero desde luego es un sitio bastante especial que en temporada de lluvias desaparece absorvido por el río.

Alter do Chao es además uno de esos lugares en los que se ha conseguido alcanzar cierto nivel de urbanización y facilidades turísticas sin joder ni desentonar con la naturaleza que tienen alrededor. Los chiringuitos de la isla, los barquitos de remos que te llevan a ella por tres reales, la pequeña plaza del pueblo..

Todo tiene un rollete muy tropical y auténtico. Nada de edificios altos, ni discotecas ni barbaridades anti-ecológicas por el estilo. Y los brasileños, al contrario que los venezolanos y al menos allí, parecen tener cierta concienza ecológica y una razonable organización de manera que han conseguido que el sitio no esté lleno de mierda a pesar de lo turístico que es.

Más ventajas del lugar: no hay mosquitos. Algo que agradecimos enormemente tras el ataque de los Puri Puri en Roraima. Al parecer el lago tiene nosequé sustancia que los pequeños hijos del mal detestan y que los hace mantenerse alejados. Fantástico.

Albergue da Floresta

El único problema es que habíamos llegado en plenas fiestas del pueblo, una celebración llamada Sairé que peta completamente la ciudad y hace que a las posadas se les vaya la pinza pidiendo precios descabellados. Ya nos habíamos resignado a dormir en Santarem e ir y venir cada día cuando nos recomendaron un hostal algo alejado del centro que resultó ser exactamente lo que estábamos buscando.

Alter do Chao

Alter do Chao

El Albergue da Floresta es el típico alojamiento de mochileros y hippies, tanto locales como internacionales. Un sitio agradable donde se duerme barato simplemente colgando una hamaca en un cobertizo y tienes cocina y jardín para andar por allí socializando.

Un sitio en el que, como era de esperar, mi cachimba triunfó y nos deparó alguna noche muy divertida con el resto de huéspedes, algunos de los cuales estaban entrenándose para correr el maratón del Amazonas. Uno de ellos era un brasucas que estaba dando la vuelta a su país, primero en bicicleta y ahora en kayak. Otro de esos viajeros peculiares que me encuentro de vez en cuando.

El Albergue da Floresta dispone además de unas cabañas a precio razonable con cama enorme, terrazita, ventilador, baño propio y nevera. Vamos, un auténtico lujo y exactamente lo que íbamos buscando tras las precarias condiciones en que habíamos dormido últimamente, entre autobuses y Roraimas llevábamos diez días en los que sólo habíamos dormido en cama dos veces.

La Punta de Cucuru

Así las cosas, Alter do Chao fue relax total. Mucha playa, mucha hamaca, caipirinhas y poco más. Lo más extenuante que hizimos fue alquilar un par de kayaks para recorrer el lago y ni siquiera aguantamos las dos horas que habíamos pagado.

En realidad me quedo un poco de frustración por no haber conseguido cuadrar ningún tour por la jungla o alguna movida por el estilo. Estábamos en mitad del Amazonas y acabamos funcionando como si aquello sólo fuera una playa sin más.

Me jode porque allí en teoría se pueden hacer paseos por la jungla, visitar comunidades indígenas y en general hacer cosas más amazónicas. Pero allí sólo había una agencia que organizara esas cosas. El tipo que la llevaba era un argentino muy agradable pero por lo que vimos muy poco dispuesto a trabajar durante las fiestas del Sairé. Salvo el primer día que llegamos, el sitio estuvo siempre cerrado así que no hubo forma de coordinar nada. Tampoco está claro que hubiéramos podido, los precios se nos iban un poco de las manos.

Bosque inundado

Bosque inundado

Lo único que acabamos haciendo fue un paseo en barco que nos podíamos haber ahorrado perfectamente. Lo contratamos junto con unas brasileñas pensando que si los locales lo compraban debía merecer la pena. Error! Aquello fue una gringada total. El tipo nos llevo a un bosque inundado en el que, en teoría, había buen snorkell. Para nada, no se veía una mierda.

A continuación nos llevo a un lugar que si era bastante espectacular: la punta de Cucuru. Un brazo de tierra que se mete unos cuantos metros en el lago, rodeado de unas aguas limpísimas y a una temperatura ideal. Resulta alucinante estar allí bañándose en aquel sitio que es una playa perfecta pero con agua dulce en lugar de salada. Viendo las fotos nadie diría que están tomadas en un río.

Tras una parada más en otra playa que estaba bien pero no aportaba nada nuevo, volvimos a Cucuru para ver el atardecer desde allí. Muy bonita la puesta de sol pero para hacer eso nos podíamos haber ahorrado los 50 reales del paseo en barco. A la punta de Cucuru se puede ir perfectamente andando y lo demás que incluía el tour era perfectamente prescindible.

Me toca bastante las pelotas cometer este tipo de errores de gringo pardillo a estas alturas de la película, tras llevar casi siete meses viajando. Dar por hecho que los locales saben lo que hacen es un craso error. A menudo tienen menos idea que el más gringo de los gringos y se dejan timar muchísimo más. Aquel paseo fue una cagada económica que no estábamos en condiciones de permitirnos.

Punta de Cucuru

Punta de Cucuru

No me entendais mal. Nos encantó la punta de Cucuru y nos encantó Alter do Chao. Es un sitio muy especial que recomiendo encarecidamente. Una playa casi caribeña en pleno Amazonas no es algo que se vea todos los días. Simplemente me fuí con la impresión de que no le habíamos sacado todo el partido y,p precisamente por eso, este post ha quedado más bien cortito…

Concepto Reales Euros

Hamaca en Albergue Floresta 15 6,6

Hab doble en Albergue Floresta 70 31

Barco a Ihla do Amor 3 1,3


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