Revista Cultura y Ocio

El crepúsculo se convierte en la atmósfera del poeta, Walt Whitman

Publicado el 19 junio 2014 por Kim Nguyen

Walt Whitman Thomas Eakins

He intentado leer un volumen bellamente impreso y muy sabio sobre las teorías de la poesía que he recibido esta mañana de Inglaterra, pero al final he desistido. Veamos algunas anotaciones más o menos caprichosas que el libro me ha inspirado, tal como las hallo en mis apuntes:
En la juventud y la madurez los poetas están cegados por el brillo del sol y la variada pompa del día; pero conforme el alma toma más y más precedencias, lo sensual incluido, el crepúsculo se convierte en la atmósfera del poeta. Yo también a mi vez he buscado y busco siempre el brillante sol y de acuerdo con esto hago mis canciones. Pero según voy haciéndome viejo, las medias luces del anochecer suponen demasiado para mí.
El juego de la imaginación, con los sensuales objetos de la naturaleza como símbolos, y la fe, con orgullo y con amor, como ímpetus y motores invisibles de todo, componiendo el curioso ajedrez de un poema.
Los maestros o críticos comunes siempre preguntan: “¿Qué significa esto?”. La sinfonía de un buen músico, o una buena puesta de sol, o las olas del mar que ruedan hasta la playa… ¿qué significan? Indudablemente, en el sentido más inútilmente huidizo, significan algo: como el mar, como la religión, como los mejores poemas; pero ¿quién podrá asir y definir estos significados? (No pretendo con esto disfrutar de un permiso especial para lo disparatado o para las incursiones frenéticas, sino justificar el frecuente gozo del alma en lo que parece definirse para la parte intelectual o el cálculo.)
Cuánto más se parece el conocimiento poético a los entrecortados murmullos de la conversación que llegan en el atardecer desde algún lugar lejano u oculto. Lo que no capta el oído, eso es lo más importante, tal vez lo principal.
Los grandes pasajes poéticos únicamente deberían considerarse a gran distancia, como contemplamos las estrellas por la noche, no mirándolas directamente, sino de lado.
(A un estudioso de la poesía y amigo.) Únicamente intento ponerte en comunicación. Tu propio pensamiento, corazón, evolución, no sólo deberán comprender el asunto, sino en gran medida proporcionarlo.

Walt Whitman
Días ejemplares en América

Foto: Walt Whitman en su casa de Camden
Thomas Eakins

 


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