Revista Educación

El cuervo de la buena suerte

Por Siempreenmedio @Siempreblog
El cuervo de la buena suerte

El negro es un color al que buena parte de la especie humana le tiene manía desde hace siglos. Los cuervos y los gatos negros sufren la fama de portadores de la mala suerte, por un lado y, por otro, de objeto necesario para según qué rituales con malos fines, en los que les arrebatan la vida. Y todo por el color de plumas y pelo con el que vinieron al mundo. Resulta que se considera que los cuervos son las aves más inteligentes que cruzan los cielos del planeta Tierra, superando su raciocinio al de niños de determinadas edades. Dicho lo cual, les anuncio que hace pocos días vi un cuervo negro en el caserío de Masca. Nunca había visto uno de estos animales tan cerca y me sentí una privilegiada. El cuervo Pepe o Pepa se mostraba seguro en un mirador, a la espera de las miguitas de pan de unos turistas que devoraban sus bocadillos en el interior de su coche. Altanero, se dejaba ver, pero mantenía la distancia de seguridad pertinente. Y no me extraña que se plantara allí, orgulloso, rey o reina de un paisaje maravilloso.

El cuervo de la buena suerte
©Perenquen23.

Para quienes piensen que cómo se me ocurre empezar la primera entrada de 2021 de nuestro querido blog Siempreenmedio con un cuervo negro, les digo que lo he designado pájaro de la buena suerte. Porque fíjense bien, yo no vi a comienzos de 2020 ni un cuervo ni un gato negro y ya saben lo que hemos maldecido al pobre año pasado, que tampoco es que tenga él la culpa, vaya. Así que yo lo que les pido es que se dejen de supersticiones y protejan y respeten a todos los animales que se encuentren a su paso, sean del color que sean, una sana costumbre que también deberíamos aplicar con todos y cada uno de los miembros que forman esta gran familia humana de casi ocho millones de personas.

Por cierto, les advierto que los cuervos son rencorosos, así que háganme el favor de, si tienen la suerte de ver uno, mostrarle el respetito que se merece. Queda aquí la advertencia y, que no se diga, mis deseos de buena suerte para todos. ¡Feliz Año Nuevo!


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