Revista Cultura y Ocio

“El expolio nazi”, de Miguel Martorell

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

«El expolio es la antesala del holocausto… y está directamente vinculado a la política racial del III Reich…»

MaudyReseña escrita por Maudy Ventosa.

“El expolio de obras de arte a los judíos comienza, de manera esporádica, a partir de 1933, pero cuando los nazis llegan al poder, tras la anexión de Austria en marzo del 38 se produce la primera gran requisa masiva de obras de arte a los grandes coleccionistas judíos austriacos controlada por Hitler…” escucho con atención y entusiasmo la lección magistral que tengo la suerte de recibir hoy…   

“El expolio nazi”, de Miguel Martorell

Cubierta de: ‘El expolio nazi’

El investigador y catedrático de Historia Miguel Martorell presenta a la prensa su último libro, El expolio nazi – publicado por Galaxia Gutenberg –; libro en el que ha invertido diez años de trabajo, como nos cuenta su editora María Cifuentes, orgullosa de contar en su editorial con este historiador y escritor extraordinario, a la par que riguroso. Califica la obra como de no ficción narrativa, destacando su seriedad histórica. Un libro que se lee como una novela a la vez que analiza el expolio de las obras de arte en la Europa Occidental y Oriental.

Como buen historiador, Miguel Martorell siente curiosidad y pasión por la investigación, y en este caso no quiere quedarse solo en el análisis de las noticias que aparecen cada semana en la prensa internacional sobre pleitos, valor, seguimiento… de las obras de arte expoliadas por el Tercer Reich, quiere conocer lo que ocurrió de verdad, porque hemos perdido un poco la referencia de qué es lo que hay detrás del expolio; cuál es el sufrimiento, el dolor… qué fue lo terrible; qué hubo detrás del expolio de obras de arte. Ese es uno de los motivos que me han llevado a escribir este libro, dice.

Aborda tan ingente tarea, a través de la vida de un personaje que le va a servir de guía durante toda la historia y que aparece en casi todos los capítulos. Se trata del banquero nacido en Múnich, que actuó fundamentalmente en Holanda, Alois Miedl, principal proveedor de obras de arte de Hermann Goering. El estar casado con una mujer judía le permite tener contacto con esta comunidad holandesa, e incluso la alemana. Compra cuadros y galerías de arte a los que huyen tras la invasión nazi. Él también es un nazi, pero no lo sabe… o no lo admite, Miedl es una persona complicada, afirma el autor, es poliédrico; es un tipo que obtiene beneficios de la situación por la que atraviesan los judíos; que se aprovecha de ellos, que compra a precio de saldo sus bienes, bancos, empresas de cine, obras de arte, galerías, pero que también salva la vida a varios judíos en Holanda.

El autor habla del expolio desde todas las perspectivas posibles: qué fue el expolio; las causas que llevaron a los nazis a realizar esta rapiña; quiénes participaron en ella; cómo se llevó a cabo; vínculos del expolio con el holocausto; fenómenos vinculados, como la corrupción…

El expolio tiene mucho que ver con quiénes eran las víctimas y en qué lugar de Europa estaban ubicadas. A los judíos se les quita todo, allá donde estén: empresas, viviendas, coches, joyas, cuadros, ajuar, juguetes, ropa, libros antiguos, alfombras, tapices… A los gitanos también. No poseen obras de arte, pero sí instrumentos musicales, partituras… todo eso les es arrebatado. También a los masones y a los enemigos del régimen. Por eso Martorell afirma que el expolio está directamente vinculado a la política racial del Tercer Reich. A los pueblos que los nazis consideran inferiores, los de Europa Oriental y parte de Rusia, no se les deja conservar ningún símbolo de identidad cultural y las requisas abarcan museos públicos, iglesias y los bienes de titularidad privada. Destruyen grandes símbolos de identidad rusa, polaca, checa… En Europa Occidental, actúan como los grandes vencedores y las requisas se limitarán a los enemigos de Tercer Reich. Aquí el expolio se llevará a cabo de dos maneras: requisas a los enemigos (judíos, masones, organizaciones obreras, etc.) y compras masivas aprovechando la devaluación de las monedas locales a las que se ven sometidos los franceses, los belgas…

Los nazis también van a decidir cuál es el canon artístico que ha de prevalecer en Europa, y en el año 1938 retiran de los museos 16.000 pinturas y esculturas, – arte de vanguardia – , consideradas por ellos arte corrupto, de influencia judía, y por lo tanto que puede contaminar el gran ideal artístico alemán. Será el llamado arte degenerado. No obstante, utilizaran estos objetos como divisas, como moneda, vendiéndolos fuera de Alemania. Pero además, y de una forma casi simbólica, van a realizar dos piras, van a quemar en dos ocasiones obras de vanguardia: una frente al Louvre, en París, y otra en Berlín. Eso si, de cuadros que tenían poco valor.

Respecto al papel jugado por España en la dispersión de las obras expropiadas, el autor concluye que durante la contienda, fue cómplice, aliada preferente y suministradora de bienes al Tercer Reich. Aquí se encuentra la mayor red de espías alemanes de toda Europa y somos uno de los últimos países en romper relaciones diplomáticas con Alemania. Hay una tolerancia absoluta por parte del gobierno franquista con las obras que entran en España, aunque no sabemos en realidad cuánta cantidad de arte entró, salvo algún caso puntual, porque llegan de contrabando y no dejan rastro documentalesas obras circularon por galerías de arte y hubo marchantes que las movieron. El gobierno español no prestó ninguna ayuda a los aliados que intentaban averiguar donde se localizaban. No se conocen cifras, ni nombres… pero sí algunas de las galerías que traficaban con ellas, como las de Arturo Linares, en Madrid, y Eutiquiano García Calle.

Alois Miedl se instala en San Sebastián, y traslada las obras que tiene en Hendaya; hasta que en 1944 llega a Madrid con buena parte de su fortuna y paseando por sus calles con un catálogo de pinturas bajo el brazo… !con total impunidad!

Miguel Martorell también habla del papel que desempeñaron los mitificados Monuments Men, cuerpo del ejército formado por expertos en arte, historiadores, conservadores de museos, marchantes… que, después de la destrucción de la Abadía de Monte Casino, luchan para que no se destruyan grandes museos o bienes arquitectónicos y culturales, desaconsejando su bombardeo, siempre que fuera posible. Investigan el expolio e intentan restituir las obras saqueadas a sus países de origen.

Apasionante historia, ¿verdad?. Lo más duro, es que ha sido cierta, y no podemos ni debemos olvidarla. Para no repetirla. Magnífico libro Miguel. Lectura imprescindible.

PERSONAJES:

  • Alois Miedl dicen que era escurridizo como una anguila. Banquero, vivió en Holanda y estuvo muy unido a la megalómana pasión coleccionista de Goering. Huyendo tras la guerra, se instala en San Sebastián con tres contenedores llenos de pinturas. Tenía carisma y unos ojos marrones que miraban de frente. Su carácter era franco y abierto. De reflejos rápidos. Tiene todas las claves: participó en la purga del arte degenerado en Alemania; desempeñó un notable papel en el expolio y contribuyó a dispersar el fruto del pillaje.
  • El teniente Theodore Rousseau ama el arte; finalizados sus estudio, trabajó como conservador auxiliar en el Museo de Bellas Artes de Boston. Se alistó en la inteligencia naval tras el ataque a Pearl Harbor. Pertenecía a los Monuments Men  y a una organización de la OSS – Servicios Secretos Norteamericanos previos a la CIA- especializada en investigar el expolio de obras de arte –ALIU– cuya gestión llevó junto con James S. Plaut. Llega a ser el conservador jefe del Metropolitano de Nueva York. Experto en idiomas y en España. Su misión más importante sería averiguar cómo había conseguido Goering su colección de obras de arte. Se cruza con Miedl
  • Hermann Goering, mariscal del Tercer Reich tiene una pasión enfermiza y la segunda mejor colección de obras de arte de Alemania, con piezas requisadas a los judíos y a otros enemigos del régimen nazi, o compradas en la Europa ocupada.

Y tantos otros… los que sufrieron; los asesinados y humillados; los torturadores asesinos; los cómplices necesarios; los corruptos; los ambiciosos…el arte saqueada; el desaparecido quién sabe dónde; y todos los culpables que miraron a otro lado y dejaron hacer.

“El expolio nazi”, de Miguel Martorell

Miguel Martorell con Maudy Ventosa

SINOPSIS:
Han pasado setenta y cinco años desde el fin de la Segunda Guerra Mundial y no hay semana que no aparezca alguna noticia sobre reclamaciones de las víctimas del expolio nazi o sus descendientes, a estados o museos de todo el planeta, para recobrar las obras de arte robadas durante la contienda.

¿Cómo llevó a cabo el Tercer Reich este saqueo de obras de arte, el más grande de la historia? ¿Cuáles fueron sus vínculos con el Holocausto? El expolio nazi analiza en detalle el funcionamiento de la gran maquinaria depredadora dirigida por Adolf Hitler y Hermann Goering, e integrada por directores de museos y galeristas, funcionarios y militares, especuladores y mafiosos. Lejos del amor al arte, muchos de ellos actuaron por afán de poder y ánimo de lucro, impulsos que alentaron un alto grado de violencia y corrupción.
El banquero alemán Alois Miedl, marchante de Goering, fue uno de los protagonistas de aquella trama. A través de su vida, este libro explica en qué consistió el expolio nazi. También qué papel desempeñó España en la dispersión de los bienes saqueados, pues Miedl halló aquí refugio al acabar la guerra e introdujo de contrabando un número indeterminado de pinturas cuyo paradero aún hoy desconocemos. No fue el único: por aquellos días, los contrabandistas de arte procedentes del Tercer Reich campaban por España con la complicidad de la dictadura franquista y en varias galerías del país podían hallarse pinturas procedentes del expolio.

“El expolio nazi”, de Miguel Martorell

Miguel Martorell

El autor:
Miguel Martorell Linares (Madrid, 1963) es catedrático del departamento de Historia en la UNED. Ha publicado, entre otros libros, Historia de la peseta: La España contemporánea a través de su moneda (Planeta, 2001), José Sánchez Guerra. Un hombre de honor (1859-1935) (Marcial Pons, 2011) y Duelo a muerte en Sevilla (Ediciones del viento, 2016). También es coautor, junto con Santos Juliá, de Manual de historia política y social de España (1808-2018) (RBA-UNED), 2019)

El libro:
El expolio nazi ha sido publicado por la Editorial Galaxia Gutenberg en su Colección Historia. Encuadernado en tapa dura, tiene 508 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Como complemento pongo un interesante vídeo titulado “El saqueo de arte en el Tercer Reich | DW Documental”.


Para saber más:
Página web de Miguel Martorell
Miguel Martorell en el portal UNED

“El expolio nazi”, de Miguel Martorell

Maudy Ventosa durante la entrevista a Miguel Martorell

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