Revista Vino

El Petit Celler en Barcelona

Por Jgomezp24
El Petit Celler empezó entre Manresa y Sant Fruitós del Bages y desde hace unos meses ha abierto tienda en Barcelona, en C/ Beethoven 8 (telf. 932008260). Siguen vendiendo también en internet, por supuesto. He podido conocer la tienda de Barcelona en dos ocasiones recientes y no quería dejar pasar la ocasión: es un sitio muy agradable y bien puesto y donde los que amamos el buen comer y beber nos sentimos como en casa. En el pasado Off Alimentaria, estrené la sala de cata, elegante y sencilla, con todos los medios y una copería de altura (de Riedl, aunque también tienen Spiegelau, Exquisit...), respaldada en el castillo de popa por el santuario de la casa (foto superior, con verdaderas joyas de las dos DOC españolas, Priorat y La Rioja), de Ribera del Duero, del Bordelais y de Australia; Alemania, Borgoña, Suiza, Austria, Italia lo tocan menos, aunque tienen sus cosas!). La cata fue de altura, con una selección de añadas pares de Clos Fontà de Mas d'en Gil, explicadas por Marta Rovira. Excelente inicio. La tienda ofrece un espacio espléndido, amplio, con una preciosa estantería que ocupa  entera una de las paredes, en una fuga que se antoja insaciable. En ella destacan los vinos catalanes (auténtica especialidad de la casa), del resto de España (sobre todo Rioja, Ribera del Duero) y algunas joyas de países importantes para la viticultura de hoy (tanto clásicos, como Francia e Italia; como del Nuevo Mundo, Australia y Nueva Zelanda, sobre todo). La gracia que tiene es que todo, todo lo que uno ve se lo puede comer y beber. Con tino y mesura, claro, pero todos los productos de Delicatessen, sean enlatados o frescos, ahumados, helados, pueden ser comidos en el local al modo de una cocina fría. Y todas las botellas pueden ser abiertas sin sobrecoste alguno. Si hay que enfriar algo, bastan diez minutos de paciencia y la máquina ad hoc hace su eficaz trabajo. Es lo que más me gustó: tener esa enorme capacidad para seleccionar el vino con el que quieres acompañar tus embutidos, tus quesos, tu salmón (Carpier!), tu pan con tomate (la única cosa que, claramente, hay que mejorar), es algo que me seduce mucho. Hay muy pocos sitios en Barcelona que ofrezcan una selección tan interesante de vinos en esas condiciones.  Por lo demás, las personas que atienden la tienda, la barra y las mesas son muy profesionales y cuidan el mínimo detalle. Mi segunda visita fue con dos amigos, con los que teníamos que "saldar" unas cuantas conversaciones pendientes. Estuvimos muy cómodos, en un ambiente relajado y con poco ruido, al mediodía (cierran a las 15:30). La cosa fue de ibéricos variados, longaniza Montmajor, quesos (erborinato, Comté, Maó semicurado) y salmón. Empezamos con el salmón que las pasó de maravilla con un Recaredo Brut de Brut Gran Reserva Brut Nature 2003. Con un degüelle de más de un año, este 2003 está ahora en una tremenda forma. Mayoritaria macabeo y minoritaria xarel.lo de viñas viejas del Alt Penedès, no tiene adición de azúcar y muestra una frescura, una concentración y una precisión casi impropias de la añada. Está envejeciendo de miedo. Hicimos la prueba. Lo cogí de la estantería  media hora antes y al cuarto de hora lo abrimos para que respirara, pero su temperatura era ya la buena (sobre los 10-11ºC). Para los embutidos y el queso nos fuimos a Bouzy (todo el pueblo en Grand Cru), donde el Côteaux Champenois de Pierre Paillard 2005 hizo una demostración de gala. Para los Pinot Noir tranquilos de la Champaña, 2005 es una añada de ensueño. Y este Bouzy, con uva procedente de las parcelas "La Croix" y "Les Mignottes" (cota media de la colina, edad superior a los 45 años y bajo rendimiento, tierra calcárea) está a la altura: 3500 botellas de un buen trabajo de Paillard: una capa fina, casi de clarete, una textura suave y fresca como el raso y una fragancia y sabores de amplia y precisa desmesura, con la cereza y la violeta como protagonistas. Vinos que no se olvidan en un nuevo lugar en Barcelona para los que amamos las pequeñas buenas cosas de la vida. La próxima iremos a merendar. Hay unas cuantas posibilidades excitantes...galletas, vinos dulces, helados...

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