El planeta del ‘expertismo’
Asisto con la boca abierta a la proliferación de expertos en mil ciencias, técnicas, materias, tendencias… que ayer no lo eran. Me rodean por todas partes y, sinceramente, no sé en qué momento sucedió. Yo solo me tomaba un café en el bar de la esquina cuando debí entrar sin querer en un agujero de gusano y he debido aparecer en el planeta ‘Expertus’, donde casi todo el mundo es experto y así se vende.
Es curioso, porque estos nuevos expertos eran ayer profesionales de diferentes ámbitos, trabajadores que trataban de hacer su labor diaria con normalidad, algunos incluso cumpliendo lo mínimo para salir del paso. Pero de pronto, casi de un día para otro, proliferaron como las setas en el monte y una se pregunta en qué momento adquirieron todos esos conocimientos y experiencia y, con más interés aún, con qué derecho moral se autodenominan expertos para situarse a la altura de los que verdaderamente lo son y que, curiosamente, no se presentan como tal.
Porque hoy, cuando asistes a una reunión de trabajo, ya no te sientas al lado de economistas, empresarios, periodistas, catedráticos o doctores. No. Ahora te sientas con expertos y casi diría que da igual de qué: el título parece elevarlos a las alturas celestiales.
Lo curioso es que ese respeto que podía producirte estar al lado de un experto se desvanece cuando compruebas en muchos casos que lo que te está contando no es más que lo que tú haces a diario y no etiquetas como ‘made in experta’, sino tan solo como profesional que trata de cumplir a diario con su trabajo lo mejor que sabe.
Me dirán que hoy día si no te vendes estás muerto. Cierto, hay que saber venderse, pero seguro que hay fórmulas exitosas más humildes. Yo, por lo pronto, dudaría de todo aquel que se presente como experto. Dime de qué presumes… Empezaba así el refrán, ¿no?
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure