Seguro que tú también
— igual que yo —siendo un niño inocente
has aplastado una mosca
pisado un insecto
torturado un alacrán
creándole un pequeño infierno
forzado su inmolación
o has causado un genocidio absurdo
en algún anónimo hormiguero.
¿Te has preguntado alguna vez por qué lo hacemos?
Yo te contestaré: porque podemos.Pregúntate ahora porqué lo hacen ellos.