Al pasar los 6 meses de edad, los bebés empiezan a alimentarse con algo más de la leche materna, empezando por alimentos más semilíquidos hasta ir pasando poco a poco a los sólidos.
Es en esta edad en que las madres incorporan nuevas cosas en la alimentación del bebé, incluso algunas les empiezan a dar zumos naturales de frutas a sus bebés, algo que ni si quiera es necesario ni si quiera tienen por qué ser buenos. ¿Por qué? Porque los zumos de frutas tienen muchos azúcares y si se consumen frecuentemente, por muy sanas que puedan parecer las frutas a cualquier edad, se puede dar sobrepeso u obesidad en el bebé. Incluso, sin abusar de los zumos naturales en bebé se puede dar diarrea ya que el bebé no es capaz de asimilar los azúcares del zumo de frutas, sin olvidar que también pueden dar lugar a caries.
Si se le da mucho zumo, se puede obstaculizar su desarrollo y crecimiento ya que puede dar lugar a anemia y desnutrición por falta de nutrientes con hidratos de carbono complejos y proteínas. Además, si aún se toma la leche, algo muy frecuente a partir de los 6 meses, es posible que el bebé se acostumbre al sabor del zumo y no quiera la leche.
No es que los zumos naturales de frutas en bebés sean malos, pero sí que pueden dar a consecuencias malas, como hemos podido ver con anterioridad, tales como el exceso de peso, caries, falta de nutrición, anemia y demás. Es por eso que no se recomienda incorporar el zumo a estas edades sino tender a otro tipo de alimentación que pueda combinarse mucho mejor con la toma de la leche materna hasta al menos el primer año de vida por los beneficios que ello conlleva.
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