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En Atlanta se come bien

Por Viajaelmundo @viajaelmundo

Hace poco estuve en Atlanta por primera vez. Seis días en los que dormí muy poco, pero caminé mucho y comí muy bien. Varias noches terminé en un restaurante, tratando de aprenderme el menú, de grabarme los sabores y aún sin salir, ya con ganas de volver. Aquí están los sitios que conocí, que no son muchos, pero sí distintos. Si van de visita a Atlanta y quieren saber dónde comer, estos les dejarán muy buen sabor de boca.

En Atlanta se come bien
Noodle: Pan Asian Noodle House. Tienen tres sedes, pero yo fui a la de Decatur, uno de los tantos suburbios de Atlanta. Hacía mucho frío y tuvimos que comer adentro, pero la terraza invitaba a quedarse allí y los precios a querer probarlo todo. Es un lugar muy económico y se agradece porque además, es bonito. Mesas bajas, altas, una barra al fondo; un personal amable. Los platos los sirven tan bien presentados -y abudantes-, que hablan solos. La recomendación que me hicieron fue probar el Thai Peanut Noodle: cebolla, zanahoria, frijoles chinos, maní y claro… noodles. Una delicia por 9$. Aquí le pueden dar un vistazo al menú. Lo más costoso son 14$ por un salmón bañado con miel, soya y un toque picante.

En Atlanta se come bien
Flip Burger Boutique. Me divertí en este lugar. Flip en inglés significa “voltear” y con eso juegan en la decoración: en el techo hay réplicas de las sillas y mesas en las que uno está sentado comiendo y es divertido, aunque me hubiera gustado ver más cosas volteadas. Aquí sólo sirven hamburguesas, pero muy gourmet y dentro de un ambiente muy chic. Me contaron que el local siempre está full y es cierto, porque tuvimos que esperar 25 minutos para que nos ubicaran en una de las barras, para nada incómoda. El menú te hace las cosas difíciles: todo suena interesante, por la mezcla de sabores, pero opté por una hamburguesa llamada Chorizo (8,5$) que viene con… chorizo, manchego, huevo frito, pimentón y dos salsas; acompañada con aros de cebolla pasados por vodka. Fue la primera vez que comí una hamburguesa, con una copa de vino tinto. Y combinó. Este restaurante es propiedad del chef Richard Blais, ganador de la 8va temporada de Top Chef All Stars y créanme, no le falta creatividad por ningún lado. Den un vistazo AQUÍ.

En Atlanta se come bien
Figo Pasta. Entras, buscas el menú, eliges el plato, lo pagas, te entregan un pimentero con el que van a identificar tu mesa, te sientas y a los 10 minutos la comida está servida. Las más de veinte pastas que conforman el menú son hechas en casa, al igual que las salsas y aunque esa es la especialidad hay muchas opciones de ensaladas, antipastos y postres. Yo elegí unos Raviolis rellenos de camarones con una salsa, también de camarones pero con ajo y vino blanco (9,25$). El lugar es muy grande, amplio, cómodo. Me encantó el detalle de los vasos, pues son frascos de mayonesa con el nombre del lugar. La comida es exquisita y me enamoraron cuando me sirvieron mi plato hablándome en italiano. Una debilidad. Más detalles de Figo, AQUÍ.

En Atlanta se come bien
Canoe. Para ir a este lugar a degustar un brunch, un domingo cualquiera, hay que reservar. Da la sensación de estar dentro de una película de esas donde la única preocupación es comer bien y luego dar un paseo por el jardín. Nunca había desayunado huevos benedictinos con salmón, espárragos y papas fritas (15$). El lugar no es económico, pero tampoco impagable. Su ambiente, la atención y la comida lo vale. Los pancitos que sirven antes de traer la comida son una delicia. El sitio es grande, con ventanales que invitan a ir hacia la parte de atrás, donde está un lago, varias sillas y un jardín muy lindo. Ahí hacen bodas y la atmósfera no podría ser mejor. Puedes verlo AQUÍ.


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