Enchiladas de carne

A partir de ahora el último fin de semana tenéis una cita y es que me he apuntado al reto del asaltablog y todos los meses me convertiré en una pequeña ladronzuela que robaré alguna receta del blog que toque y la publicaré en el mí. En este caso publicó una receta del blog: www.nosinmitaper.com Si no conocéis el blog os aconsejo que le echéis un vistazo, ya que merece la pena la gran cantidad que recetas que tiene, por lo que me costó mucho elegir una. Aunque como llevaba tiempo queriendo realizar unas ricas enchiladas de carne, me decidí por esta receta.


No obstante, de la receta original que encontraréis en el blog www.nosinmitaper.com he realizado dos variaciones, por un lado he utilizado tomate casero con la receta de mi madre, ya que me encanta y en vez de utilizar sólo carne picada de ternera, he usado de cerdo y ternera, ya que creo que le da mayor jugosidad. Bueno ya hora vamos a por la receta.Ingredientes:

-   2 tortillas tipo wrap o 4 normales.
-   1 tarro del tomate casero de mi madre
-   150 gramos de carne picada de cerdo y ternera.
-   100 mililitros de caldo.
-   ½ cebolla pequeña.
-   1 diente de ajo.
-   Sal y pimienta.
-   Aceite de oliva virgen extra.
-   100 gramos de queso rallado.Elaboración:
Lo primero que hacemos es echar un poco de aceite de oliva en la sartén, picamos los ajos y la cebolla y se lo añadimos. Cuando veamos que la cebolla comienza a estar transparente, añadimos la carne y dejamos que se fría bien hasta que se le quite el color rosado, entonces es el momento de añadir el caldo y el tomate frito y dejarlo que se cocine durante unos 20 minutos. Probamos y rectificamos de sal y pimienta si fuera necesario.

En el fondo de una fuente para horno echamos un par de cucharadas de tomate, ponemos nuestra tortilla encima rellena de carne con queso rallado por encima, doblamos con el pliegue hacia abajo. Echamos tres cucharadas más de tomate y esparcimos el queso rallado sobrante. Lo metemos al horno con calor por arriba y por abajo durante 20 minutos a 180º o hasta que veamos que el queso se ha derretido y está dorado. Sacamos y ya está listo para comer.