Revista Psicología

Entre Ayer y Mañana. Apuntes Poético-Aforísticos sobre la Vida y el Tiempo

Por J.k. Pérez

Antier la vida me parecía extremadamente amarga. Ayer ya únicamente se me hacía insípida y desabrida. Hoy la siento agridulce, cual si fuera un gajo de limón impregnado de miel.!Sigue así, vida mía¡ Que el día de mañana cambiaremos, de una vez y para siempre, el vinagre por la sidra y la arena por azúcar.

 

No existe el Pasado, sino tan sólo aquello que tú recuerdas e identificas como tal. El Pasado es una señora delgada y bajita que un día paso a tu lado y levemente te tocó el hombro; Y lo que tú recuerdas es a aquel señor gordo y grande que no dejaba de ensañarse contigo sin motivo ni causa aparente…

 

Lo que más me gusta de mi futuro es que tengo la plena y absoluta certeza de que será tal y como yo lo quiero. Porque aunque al final no se cumpla aquello que planeé, cuando llegue ese momento ya no será mi futuro sino mi presente.

 

Cuando uno hace el amor con entrega, cariño, ternura, pasión, sin miedo y con plena consciencia de sí mismo y del otro, el tiempo se detiene, las leyes de la continuidad se resquebrajan y las agujas del reloj se pasman -como conteniendo el aliento- hasta que aquel sublime momento termina.

Con razón dicen los físicos y los filósofos que aún no existe evidencia que compruebe que el ser humano es capaz de manipular el tiempo…

 

El Pasado se levantó muy de mañana y dijo: Tengo hambre. Y se la pasó todo el día recordando y recreando el exquisito sabor de algún platillo que comió hace mucho tiempo.

El Futuro se levantó ya muy tarde y dijo: Tengo hambre. Y se la pasó el resto del día ideando y planeando que manjar tan delicioso sería el que comería después.

El Presente se levantó a la hora que tenía que levantarse y, tras refrescarse el rostro con un poco de agua, se preparó un pan tostado con mermelada y lo degustó sin ansias ni prisas mientras contemplaba el azul y ralo cielo de la mañana.

 

Cuando Luisa tenía 5 años soñaba con cantar, pero tenía miedo de que otros niños se burlaran de ella así que esperaba con ansías el día en que fuera adulta y pudiera vencer su miedo. Su madre la apoyó y le otorgó la confianza que en ese momento le faltaba. Luego Luisa creció y se convirtió en una artista famosa. Su madre murió. Ahora Luisa desea volver a tener 5 años aunque eso implique volver a sentir miedo porque, según dice ella, es más fácil vencer al miedo que a la muerte.

 

El ser humano es marioneta de sus propias ficciones. Todo cuanto hace, todo pensamiento, emoción y acción que ejecuta, es para alcanzar una inasible quimera llamada Futuro. Y lo más triste es que las herramientas con las que pretende alcanzar aquel escurridizo espejismo se las brindó un fantasma difuso y engañoso llamado Pasado.

 

Cuentan que, cuando los recuerdos fallecen, suben a las nubes y ahí reencarnan en forma de gotas de agua fría. Si durante una tarde tormentosa te quedas mirando fijamente la lluvia, quizás alcances a distinguir alguno de esos recuerdos detrás de su cristalino disfraz…

 

Tenía mucho tiempo que Marte no se veía al espejo y, cuando por fin se decidió a hacerlo, volvió a enojarse consigo misma…

 

Cuando mi hijo me pregunta qué dónde estábamos antes de nacer, siempre le digo que estábamos con Dios. Y con eso en el fondo quiero dar a entender que no sé dónde estaba nuestra alma en ese momento…

Cuando mi hijo me pregunta qué dónde estaremos después de morir, siempre le digo que estaremos con Dios. Y con eso en el fondo quiero dar a entender que no sé dónde estará nuestra alma en ese momento…

Nuestra vida es una pluma que flota en la tibia oquedad de lo desconocido…

 

Unos dicen que el Tiempo es una magnitud física, otros que es una dimensión sobre la que se conforma lo existente. Algunos dicen que es cambio y movimiento, y aún hay algún otro que sostenga que tal entidad simplemente no existe.

Yo digo que el tiempo es solamente un palabra, una palabra que está construida por una multiplicidad infinita de palabras…

 

A Arcana se le olvidó como envejecer y morir. Es que aprendió a sonreír…

 

Sí, sí amo mi pasado, con todo y que sólo sea una construcción subjetiva.

Sí, sí amo mi pasado aunque muchas veces reniegue de él y lo deteste.

Sí, sí amo mi pasado a pesar de que, frecuentemente, lo asocie al dolor y el sufrimiento.

Sí, sí amo mi pasado porque, si estoy en el aquí y el ahora, es gracias al allá y al entonces.

Sí, sí amo mi pasado porque, a fin de cuentas, amo mi presente.

 

Construyo mi futuro aunque no tenga la certeza de poder palparlo algún día.

Camino de frente, mirando aquel prolongado camino que se pierde entre la maleza del porvenir.

Imagino, sueño y fantaseo sin reparo si es que todo aquello puede darle fuerza a mis pies para no detenerse.

Construyo mi futuro porque puedo hacerlo.

Construyo mi futuro a pesar de que no sepa mucho de él, porque, si he de ser sincero conmigo mismo, tampoco sé mucho de todas las demás cosas…

el-rio-del-tiempo


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