Ese día tan único...

Durante un año entero, esperamos ese día que es único entre tantos.. El día en que recordamos un acontecimiento que, aunque no esté en nuestra memoria, seguramente nos marcó para siempre: el momento de nuestro nacimiento. Nacer.. llegar por fin a este mundo, comenzar a transitar la vida fuera del vientre materno.
Hay quienes viven el día de su cumpleaños como el mejor, se muestran alegres y esto se ve reflejado en sus rostros y en sus actitudes. Yo soy una de ellas. El día de mi cumpleaños me pasa algo un poco extraño, o gracioso quizás. Siento que todo lo que me rodea es mío, si salgo a la calle, los árboles, las veredas, el cielo y las flores me pertenecen. Es que tanto nos han dicho que ese es nuestro día, que me lo he tomado muy a pecho. Creo que esta sensación tiene mucho que ver con cómo nos lo han hecho vivir desde que éramos niños. En mi caso, no había grandes regalos materiales ni fiestas pomposas. Pero sí, mi madre se quedaba la noche anterior hasta muy tarde (porque trabajaba durante el día) terminando de preparar mi torta. Ese día ella se encargaba de que yo sintiera que era mi día en cada pequeño gesto.
También hay quienes llegan a ese día que suponemos que debería ser especialmente feliz, con tristeza, añoranzas y melancolía.
Están las personas que se enorgullecen por cumplir un año más porque esto significa más vida vivida, más experiencia, más sabiduría de algún modo.
Pero también existen aquellos que sienten que ese día se le suman cincuenta arrugas, quince nuevos dolores y que muy pronto seguramente tendrán que usar bastón.
Cumplir años, es sin duda alguna, una fecha que nos recuerda que estamos vivos, que saboreamos por un tiempo más esta vida que nos han regalado nuestros padres.
Muchas veces hacemos balances para esta fecha y surgen en nuestra memoria acontecimientos buenos y otros que no nos alegran tanto: seres queridos que ya no nos acompañan físicamente, personas que se han alejado de nosotros, deseos, logros obtenidos, nuevos vínculos que han surgido, etc..
Cambios.. siempre hay cambios. Cumplir años implica reconocer que algo está cambiando, que la vida inevitablemente transcurre y que ya no somos los mismos que hace un año, en este mismo día, a esta misma hora.
Yo creo que es un día para celebrar. Siempre es mejor vivirlo acompañados, rodeados de amor y de seres que realmente compartan la alegría de estar vivos, porque al final.. ¿No es eso lo que celebramos?...
Alfred, en tu día, mi deseo es solo uno, que tengas una maravillosa vida. Creo que para lograrlo, no hacen falta grandes cosas, solo tener un ingrediente que vos te sobra, inteligencia.
Esto es para vos...

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