Europa

Cautivo y desarmado
mi ejército
viaja en vagones angostos.
No son mías
las manos que cobijo
en los bolsillos del abrigo.
No es mía
mi última derrota
que todavía se movía
en la última visita
donde le llevé
vino, flores y comida.
Europa lame vísceras
irreversibles de nieve.
Europa es un fantasma
que se recorre a sí misma.
Europa es un rapto ensimismado.
Yo soy un extranjero;
no es mía esta tierra extraña
pese a no haber traspasado
frontera alguna.
No son míos
los reflejos monstruosos
que saludan desde los charcos.
No es mía
la cara de imbécil
en la fotografía
de mi documento nacional de identidad.
No es mío
el desaliento que atolondra
los pasos de mi sombra.
Europa es una vía muerta
que desemboca
en las fauces del águila.
Europa es un niño
malvado e idiota
con tambor de hojalata.
Europa
es la medicina para la baba
de banqueros muertos.
No es mío
el cuerpo saco de boxeo
adicto a caer desde el trapecio.
No es mío
el cansancio de días peldaño
que suben
y bajan
y bajan
y suben
y te ascienden
y te hunden.
Como esas escaleras
que llevaban a una habitación
donde intercambiábamos nuestros huesos
en un motel de carretera
llamado Europa.