Lo que puedo asegurar es que según se hacen se comen. Suelo prepararlas de unos 20 gr., es un tamaño muy adecuado para degustar esta delicia y con este peso podemos obtener unas 32 galletas. Así que no hay escusa para poner en practica este rico dulce.
Ingredientes:
-250 gr. de avena en copos
-80 gr. de harina simple
-125 gr. de azúcar común
-1/2 c/p. de impulsor o levadura química
-1/4 c/p de sal fina
-1 huevo tamaño L
-125 gr. de mantequilla en pomada
-1/2 c/p. de canela en polvo
-100 gr. de fresas frescas picadas
Elaboración:
Por un lado mezclamos la mantequilla junto con el azúcar y batimos hasta que estén bien integrados los dos ingredientes en forma de pasta. Agregamos el huevo y continuamos batiendo. Incorporamos el resto de ingredientes: la avena, la canela, la harina, la levadura, la sal y por último las fresas picadas. Mezclamos hasta que nos quede una pasta uniforme y que podemos moldear fácilmente con las manos.
Precalentamos el horno durante 10 minutos a 170º
Forramos una bandeja de horno con papel sulfurizado. Cogemos trocitos de unos 20 gr de masa, redondeamos y luego aplastamos entre las palmas de las manos para darle forma de galleta. Las vamos colocando en la bandeja que tenemos preparada, dejando una pequeña separación, ya que estas galletas prácticamente no crecen en el horneado.
Introducimos en el horno la bandeja, calor arriba y abajo. Las dejamos hornear durante unos quince minutos (los minutos de horneado puede variar según el horno, puede ser 5 minutos arriba o cinco minutos abajo, debemos estar pendientes hasta que veamos que la galleta adquiere un color dorado.
Debemos retirarlas aún cuando estén un poco blandas, después del tiempo de reposo endurecen. Es por eso que no las debemos sacar totalmente duras del horno. Dejamos enfriar y las podemos conservar en una lata bien cerrada por varios días.
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