Herramientas artísticas: el flexometro

Hoy queremos centrarnos en un instrumento imprescindible en nuestro taller de pintura. Nos referimos al flexómetro, más conocido por todos como metro, una herramienta de mano que sirve para medir distancias. 
Consiste en una cinta metálica, enrollada sobre un eje con muelle de retroceso, que tiene pintadas o grabadas por una una de sus caras unas líneas numeradas con un milímetro de espacio entre ellas (en su versión europea), acentuándose dichas líneas progresivamente a los cinco milímetros, los centímetros, los decímetros y los metros respectivamente. Este rollo de cinta está protegido por una carcasa generalmente metálica o de plástico y tiene un tope en forma de ángulo remachado en su extremo de medida inicial, que evita que la cinta se pierda dentro de su carcasa por acción del muelle, al tiempo que sirve para engancharse en el inicio de la pieza a medir e incluso pegarse por imantación, si la pieza a medir es metálica.  Las medidas de los flexómetros que se comercializan para uso doméstico van desde un metro hasta ocho metros, y la mayoría de ellos tienen incorporado un freno del muelle de retroceso que permite mantener desenrollada la cinta. En nuestro taller de pintura usamos de manera habitual el flexómetro de tres metros para medir los listones y los paneles de madera que tenemos que cortar para hacer los bastidores y los marcos para nuestros cuadros. Recordad que las medidas estándares de las planchas son de dos metros y medio por un metro y cuarto, y las medidas de los listones fluctúan entre los dos metros cuarenta y los dos metros setenta, por lo que en contadas ocasiones echaremos en falta un flexómetro de mayor longitud. 
Un saludo, Chema Senra

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