Curry. Cuando leemos o oímos esta palabra nos viene enseguida a la cabeza un aroma muy característico y se presenta ante nosotros la imagen de un plato indio. Sin embargo, en esta entrada os vamos a hablar de la hoja de curry, que es un ingrediente curioso que tiene su propia personalidad.
La hoja de curry es la hoja, como su propio nombre indica del Murraya koenigii, conocido
El aroma de la hoja de curry recuerda a la salvia, pero además presenta un regusto un poco picante a la vez que añade unos toques cítricos. Es muy interesante.
Se puede consumir tanto fresca como en seco. La primera es muy fácil de encontrar en el país asiático, pero más complicada de ver en España ya que pierde sus propiedades a los pocos días de ser recogida. Para consumirla de esta manera se puede cortar en pequeños trozos y saltear. Si está deshidratada (que será lo más probable) vendrá normalmente entera y por lo que o bien se colocará entera (como si se tratase de una hoja de laurel) o se triturará. Es cierto que la hoja seca tiene menos sabor que la fresca, pero para conseguir más intensidad, nuestro consejo es que en aquellas recetas que os pidan hoja fresca, dupliquéis el número de hojas deshidradatas.
Muchas personas confunden este ingrediente con la mezcla de especias del curry. No obstante es diferente, pero hay que señalar que puede formar parte del curry, después de haber sido molida y añadida a otras especias. La podemos encontrar, por ejemplo, en la mezcla sambahar. También puede estar presente en otros currys en polvo, chutneys verdes y mezclas para marinar pollo o cordero.
Por si fuera poco, muchos usan las hojas de curry para fines medicinales ya que tienen propuedades antioxidantes, antiinflamatorias y antidiabéticas, entre otras.
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