Ibai Llanos, los blogs y cómo tirar del hilo

El todo o la parte, ¿por dónde empezamos? En medio de un agosto lleno de noticias, quienes las deberían hacer también han protagonizado las suyas. Nunca he estado muy de acuerdo con este tipo de periodista pero, desgraciadamente, en el mundo actual, al final todos terminamos cayendo en un cierto protagonismo, por eso de la supervivencia y por la necesidad de adaptarnos a las nuevas formas de comunicación. Así que no puedo tirar la primera piedra.

Sin embargo, este post no va de eso. Va de la esencia de una actividad, la periodística, que cada vez está más desdibujada, al menos esa es mi percepción. Entre inmovilismo y superioridad, el ciclón de la vida está arrollando el periodismo, al menos a mí me lo parece. El negocio ha desdibujado todo de tal manera que a veces hasta dudo de saber lo que es o no noticia.

A principios de agosto, parte de la vida se paró porque un jugador de fútbol, Messi, se iba del Fútbol Club Barcelona. Tragedia máxima para muchos, algo que nunca lograré entender, pero ese es otro tema. Y en medio de ese tsunami de tristeza, de vacuas tertulias de señoros chillones analizando la causas, surge el ofendidismo más rancio. Un chico joven encaramado en su canal de Twich, Ibai Llanos, consigue hablar con Messi en su primer día en París (lugar de destino), mientras los medios españoles se quedan con un palmo de narices esperando su entrevista y quejándose con el mismo ahínco que incapacidad.

Empiezan la reacciones, los comentarios, los ataques y el cuestionamiento por parte de algunos, precisamente, a Ibai Llanos. Nadie se plantea por qué ha sido así, sino que se dedican a desprestigiar a un chaval que, como él mismo ha dicho, no es periodista. Eso sí, es un gran comunicador que ha enganchado lo que los medios tradicionales son incapaces de atraer. Lo ha hecho con algo que no es periodismo, es otra cosa, pero lo ha hecho.

Curiosamente, son las plantillas de los programas deportivos más rancios, las que más protestan. Ni un solo análisis de por qué ocurre; ni una sola reflexión sobre qué tipo de producto fue el que Ibai Llanos ofreció a sus seguidores, porque no era una entrevista; ni un solo propósito de modernización; de ver qué se está haciendo mal, y de analizar cómo llegar a esa población que tiene otros intereses. En honor a la verdad, hay algunas empresas que lo están intentando, habrá que ver cómo evoluciona.

No se trata de matar a quien llega, se trata de ver qué se puede cambiar para mejorar. Las entrevistas casposas, las preguntas retrógradas sobre cuestiones que ya no interesan y el lenguaje del siglo pasado quizás sean parte del origen de esta situación. A lo que se suma el forofismo, la papanatería, la falta de profesinalidad y la incapacidad de adaptarse a los nuevos tiempos. Parece que el periodista que más protestó no se ha dado cuenta de que se le mueren los oyentes que toman licor El Afilador o los puritos que protagonizan los anuncios de sus programación deportiva.

Los huecos que vamos dejando tras nuestra actitud de sabelotodo los ocupan otros y no siempre de la mejor manera. Redes sociales, blogs, canales de plataformas varias..., ocupan esos espacios, muchos de ellos sin consultar a las fuentes o contando medias verdades, todo por mantenerse. Algo que no es extraño porque lo han aprendido de los medios de comunicación tradicionales. La diferencia es cada vez menor, no existe ese punto de calidad y, lo mismo en unos que en otros, lo importante es que "no dejar que la realidad me estropee una noticia", o por qué hacer mi trabajo si me lo hacen otros.

Dos ejemplos de este mismo mes de agosto. El primero, un blog especializado con cierto prestigio en el sector que publica un análisis realizado por un 'supuesto' experto en Twitter que no dispone de todos los datos relacionados para elaborar una buena teoría, sin contrastar y añadiendo falsamente que ha sido imposible contactar con la empresa. La rectificación: dos semanas más tarde y convenientemente oculta. En este caso, contaban con el permiso del 'experto'.

El segundo, un redactor que tiró del hilo. Era más fácil que hacer bien su trabajo. Un periódico con versión de pago y cierto nombre en su comunidad autónoma que publica un hilo de Twitter sin pedir permiso al autor, que se entera por las alertas de Google. Eso sí, convenientemente situado entre los artículos de pago.

Si no hacemos bien nuestro trabajo, ¿cómo vamos a evolucionar en él? El debate es complejo y todas sus aristas son imposibles de reflejar en un post. Quizás se haya convertido en permanente.

Me quedo con el tuit del profesor Miguel Ángel Jimeno: "Dice -y dicen bien- Ibai Llanos que no es periodista. Guste o no guste, es un comunicador brutal. Me gustaría preguntarle qué les diría/aconsejaría a los estudiantes de Periodismo que le siguen y admiran.