Inma Giménez, la tijeritas de Murcia

Era cuestión de tiempo que volviera a encontrarme un portfolio de esos en los que el about me da menos explicaciones que la infanta sobre el caso Nóos. Pero, como bien sabéis muchos, si tengo que elegir entre no poner su trabajo o inventarme la vida del autor para poder hacerlo, me suelo quedar con la segunda opción. Así que, queridos todos, Inma Giménez, tendrá la vida que a mi me dé la gana.

Cuando era pequeña Inma siempre quería hacer manualidades en el cole ¿Matemáticas? ¡¿Eso qué mierdas es?! Nada, nada, a mi lo que me mola es el pinta y colorea… Claro que, una vez fue creciendo, el pinta y colorea adoptó dos nuevos verbos: corta y pega ¡¡¡La aventura se multiplicaba hasta el infinito y más allá!!! A Inma le dio por cortar y pegar y cortar y pegar y cortar y pegar. Tanto era así que, si tenía que hacer cuentas, las hacía recortando y pegando: si tengo 400 láminas de papel (y las cortaba todas una a una) y tengo que restarle 348 (y las iba contando mientras las despegaba) ¿Cuántas láminas me quedan? Y volvía a contar.

Tanto le gustaba cortar y pegar que una vez le regalaron un colgante con un imán para que pudiera llevar siempre unas tijeras pegadas a él y que nunca se le perdieran. En Valencia empezaron a llamarla friki, así que, decidió mudarse y establecerse como lo que era desde un principio: Inmantada, la tijeritas de Murcia.