Revista Psicología

Ir o no ir a Psicoterapia

Por Yanquiel Barrios @her_barrios
Ir o no ir a Psicoterapia

En la época actual, la psicoterapia de mediano y largo plazo parece una alternativa de atención psicológica poco atractiva, ante malestares o situaciones de la vida en las que pudiera ser de gran ayuda. ¿Cuáles son las causas?

1. Se buscan soluciones más rápidas y centradas en resultados, sin embargo...

En Cuba, por ejemplo, los tratamientos psicológicos de largo plazo, como el Psicoanálisis, son menos demandados, pues, por su propia idiosincrasia pragmática, los cubanos buscan esquemas como el de la orientación psicológica - counseling-, más centrados en la exploración de alternativas concretas para construir soluciones y estilos de afrontamiento ante problemas y circunstancias puntuales. En Argentina, en donde es reconocida la tradición tan fuerte de la práctica psicoanalítica que forma parte de la cultura, como se hace evidente en el cine, la literatura, la música de ese país, tal vez la realidad en ese sentido sea otra. Pero más allá de cuestiones idiosincráticas de un lugar u otro, de modo general, como expresión de los valores de la cultura contemporánea, hoy estamos más interesados en obtener resultados que en vivir los procesos, o lo que es lo mismo, alcanzar los objetivos, las metas, los fines, etc., dada la gran urgencia temporal con que se vive en muchos contextos.

Pero...hay situaciones ante las cuales las soluciones rápidas funcionan meramente como un paliativo y el efecto de motivación que generan pasa rápido, al quedar intactas las estructuras psíquicas que subyacen a los malestares psicológicos. Cuando el malestar psicológico es un estado más duradero que no está sujeto a circunstancias particulares sino a una forma de la persona enfocar su vida, relacionarse con los demás, tratarse a sí misma, como resultado de su propia historia de vida y de vínculos, y la inseguridad, la ansiedad, la angustia o los conflictos en las relaciones limitan las posibilidades de alcanzar y sostener el bienestar, en estos casos, la psicoterapia es una herramienta profesional realmente potente, siempre que sea llevada a cabo de manera responsable y profesional.

2. Existe poca tolerancia ante el malestar o dolor psicológico que tratan de evitarse a cualquier costo y de forma rápida.

Ir o no ir a Psicoterapia

Otro de los rasgos que también define la época que vivimos y determina por qué las personas no recurren a la psicoterapia, tiene que ver con la presión social que se ejerce para ser feliz, de cierto modo, se trata de una verdadera tiranía de la felicidad. Se considera la felicidad como la meta más importante en la vida, tratándose de evitar el sufrimiento a toda costa. En determinados contextos, por ejemplo, es de mal gusto mostrar debilidad, tristeza, desánimo, desilusión, frustración y toda una gama de vivencias y emociones que son intrínsecas a la vida pero que no se toleran ya más, porque hay un culto a la personalidad triunfadora, alegre, empática, próspera, fuerte, sociable, líder, de éxito. Estándares tan altos (irreales, porque nadie en su sano juicio consigue sentirse así siempre) se convierten en la ilusión de muchas personas y generan una sensación latente de fracaso, junto a la necesidad de aparentar lo que no son para sentirse aceptadas socialmente. Es por esto que las alternativas que prometen un camino sencillo y rápido para conseguir la felicidad, el éxito, la prosperidad, la abundancia, etc. resultan más atractivas. La psicoterapia, por su parte, no se puede comprometer con garantizar una felicidad inmediata, y el proceso psicoterapéutico, de hecho, puede en algunos momentos resultar doloroso, por ahondar en la historia de vida y sucesos que pueden tener una carga emocional negativa para la persona y ocuparse de analizar experiencias que son difíciles de elaborar y, en torno a las cuales, aparentemente, la tensión se alivia con la evasión.

Sin embargo, el alcance de un proceso psicoterapéutico bien llevado a cabo, es más auténtico, confiable y duradero. Permite una transformación personal profunda, creando un margen para un crecimiento y desarrollo sostenibles. Restaura la salud y el equilibrio emocional y crea las condiciones para que las capacidades de la persona puedan desarrollarse de forma más plena, repercutiendo en vínculos y proyectos de vida confortables. Esto nunca significará eliminar por completo emociones negativas, conflictos, zonas de dolor en la vida personal, sino, en acompañar y preparar a la persona para integrar esas partes de sí misma y afrontar tales circunstancias de una manera realista y funcional.

3. La poca institucionalización de la práctica clínica ha hecho que en ocasiones se propague una imagen desfavorable de los profesionales de la psicoterapia.

En algunos países, como Estados Unidos o Canadá, por ejemplo, de donde tengo referencia por la experiencia de algunos amigos, quien no cuente con los permisos obtenidos a través de un proceso de certificación, no puede ejercer la psicoterapia legalmente. Luego de graduarse de lo que vendría siendo el equivalente a una licenciatura, los que deseen ejercer la clínica deben estudiar una especie de especialidad y luego pasar por un proceso de práctica supervisada por especialistas y acreditación de instituciones autorizadas. No podría decir si este es un sistema eficiente, pertinente, adecuado, ya que lo conozco solo por referencias. Tampoco quisiera verme limitada de ejercer la Psicoterapia porque para hacerlo necesite llegar al final de alguna cadena engorrosa de trámites burocráticos para que algún funcionario, que quizás sea más experto que yo en el tema, pero quizás no, me dé un papel de autorización, si ese fuera el caso. Pero la referencia a ese sistema de supervisión/acreditación la hago porque nos enfrentamos a una realidad, hoy en día, en gran parte de los lugares donde he vivido, cualquier psicólogo, con su título de licenciatura, puede montar su consultorio.

Gran parte de los planes de carrera de licenciatura en Psicología que he conocido incluyen las prácticas clínicas como un contenido más dentro de un perfil de egreso que es amplio y, en muchos escenarios, las posibilidades de realizar una práctica pre-profesional en esta área (y en otras), son limitadas, de modo que un título de Licenciado en Psicología es imprescindible, pero no suficiente para acreditar toda la preparación requerida para conducir adecuadamente un proceso psicoterapéutico. Con esto no quiero decir que todos los graduados estén en igualdad de condiciones y que ninguno pueda aventurarse a realizar una práctica realmente profesional y responsable, todo lo contrario. Cada quien puede trazarse un camino de entrenamiento, formación posgraduada, superación e, incluso, puede buscar en momentos iniciales, la supervisión de conocidos con mayor grado de experiencia que lo retroalimenten. Aunque también sabemos que no siempre ocurre así.

Por otra parte, si bien existen asociaciones y en ocasiones los psicólogos se agrupan para ejercer sus prácticas, en muchos casos quien ejerce no cuenta con un espacio de staff de casos que le permita in situ poner a valoración de otros el procedimiento que sigue, ni cuenta con su propio proceso de análisis. Estas no son cuestiones menores, porque el grado de improvisación (ya no de creatividad, que siempre es necesaria) a veces se hace notar en consulta.

Ir o no ir a Psicoterapia

Todo lo anterior hace que dentro del imaginario colectivo vayan surgiendo y se afiancen actitudes que expresan falta de confianza en torno a la práctica clínica. En Cuba muchas veces oímos decir: "para qué voy a ver al psicólogo si se ve que él está más loco que yo", "mi psicóloga soy yo misma", o "el psicólogo solo es el bla, bla, bla". Como parte de la idiosincrasia es difícil ir y reconocer ante otro que estoy teniendo dificultad para lidiar con ciertas situaciones y necesito ayuda, lo que se une a la incredulidad respecto a la labor de los psicólogos clínicos e incide en la decisión de la persona de ir o no a consulta.

4. En la base del proceso de elección de un psicoterapueta hay muchos mitos y prejuicios, los mismos que están presentes en nuestros vínculos.

Al tratarse de un espacio a donde la persona debe ir a hablar de sí misma, cuestiones a veces de las que no se siente muy orgulloso, o simplemente incómodas para contar, el simple dato de la edad del psicoterapeuta, su sexo, su forma de vestirse, u otros aspectos pueden ser tomados a mal, si chocan con las creencias sobre quien es un buen profesional. Sin dudas las personas prefieren visitar a un profesional del que tengan alguna referencia por parte de amigos o conocidos, o que ejerza en una institución reconocida, etc. A pesar de esto, el sexo, la edad, la forma de vestirse, no son variables tan significativas en este caso como la formación, el grado de preparación, profesionalismo y responsabilidad con que cada quien ejerza su rol. Sin contar con que también existe el tabú de que "el psicólogo es para los locos" o "fracasados" e ir al psicólogo es un síntoma de flaqueza. Tal vez por eso en sociedades patriarcales como la cubana, históricamente vemos llegar a mayor cantidad de mujeres que de hombres a los servicios de atención psicológica, cosa que según estudios, no se limita a lo psicológico, sino a la atención médica de modo general.

Sin embargo, a pesar de todas estas circunstancias, la atención psicológica, en sus diversas formas, entre ellas la psicoterapia, sigue contando con un potencial inimaginable de posibilidades de brindar ayuda y muchas personas siguen recurriendo a ellas. Queda a nosotros, que ejercemos la clínica, seguir trabajando por brindar un servicio profesional responsable y de calidad, también en correspondencia con las características de la época que vivimos. Cada época tiene sus propios síntomas de malestar y este es un conocimiento en el que los profesionales de la clínica deben estarse actualizando constantemente. Para eso, es necesario seguir creando y consolidando espacios de encuentro, de apoyo, de intercambios en aras de nuestra formación. También queda a las personas repensar las alternativas que consideran cuando se sienten desorientadas en determinadas situaciones vitales: la psicoterapia puede ser una de ellas.


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