Revista Arte

Jan Schoonhoven

Por Efren

I prefer elements arranged consistently, in an identical way, because the absolute character of the whole image is thus more evident.3C01997

El pintor y escultor holandés Johannes Jacobus Schoonhoven (Delft, 26 de junio 1914- Delft, 31 julio 1994)  se formó durante 4 años (1932-1936) en la Koninklijke Academie van Beeldende Kunsten de La Haya. Sus primeras obras de arte (principalmente acuarelas y dibujos abstractos) en la década de los ‘30 se vieron fuertemente influenciadas por la pintura expresionista alemana de pintores como Max Pechstein y Ernst Ludwig Kirchner, tal y como demuestra su obra de 1938 Hombre Bailando (actualmente en la colección del Gemeentemuseum Den Haag). Sin embargo no realizó su primera exposición individual hasta 1949, cuando organizó en una galería de La Haya una muestra en tinta y acuarela de rítmicas estructuras horizontales y verticales  que dejaban traslucir la palpable influencia de Paul Klee y la constante inspiración que despertaban en Schoonhoven las iglesias góticas de su Delft natal y las imponentes catedrales de Chartres, Paris y Colonia.1464Tres años antes, tras el fin de la guerra, Schoonhoven había comenzado a trabajar como un humilde funcionario de correos en La Haya con el número de identificación 18977, trabajo que no abandonaría hasta su jubilación en 1979, pese a la multitud de galardones recibidos y a las cotizaciones alcanzadas por sus obras en las subastas de Christie’s o Sotheby’s. En dicho puesto Schoonhoven carecía por completo de aspiraciones laborales, pero le permitía dar a su vida una estructura coherente al margen del fluctuante mundo del arte, al lado de su mujer Anita, que era organizadora de eventos de jazz.
Durante los primeros años de la década de los ‘50 su estilo cambia hacia el tachismo y hacia el art informel, al eliminar progresivamente cualquier referencia en sus obras, siguiendo las tendencias de l’Ecole de Paris y del paisajismo abstracto. También mantuvo contactos con algunos de los artistas que en 1948 formarían el Grupo COBRA (Karel Appel, Asger Jorn, Pierre Corneille, Jean Atlan, Pierre Alechinsky, Constant Nieuwenhuys…). Como resultado de esta atracción hacia el art informel, en 1957 funda el Nederlandse Informele Groep junto a los artistas Kees van Bohemen, Jan Henderikse, Henk Peeters, Armando y otros pintores provenientes del tachismo.
Sin embargo este grupo no duraría mucho unido, puesto que en 1960 Jan Henderikse, Henk Peeters, Armando, Hans Verhagen, Cornelis Bastiaan Vaandrager y el propio Schoonhoven desertan del art informel para fundar el Grupo Nul. Dicho grupo vino a ser el spinoff holandés del movimiento Zero, fundado en Düsseldorf en 1957 por Otto Piene, Heinz Mack (Günther Uecker se unió al grupo en 1961), quienes estimulados por el grupo de Munich Zen (Rupprecht Geiger, Willi Baumeister, Fritz Winter, Rolf Cavael y Theodor Werner), animados por Yves Klein y confirmados por Lucio Fontana, comenzaron a liderar una enérgica protesta contra el extremo individualismo del expresionismo abstracto de posguerra y del tachismo en favor de una plasticidad carente de significado.
Zero representa un nuevo comienzo, mediante el cual se puede realizar una simbiosis perfecta entre la naturaleza, la técnica y el arte. La luz es un elemento fundamental dentro de este movimiento, ya que era vital para comprender el funcionamiento de la percepción visual al admirar una obra de arte. 

Zero es, por encima de todo, una nueva concepción de la realidad, en que el papel del artista  se reduce al mínimo. La ausencia de cualquier preferencia por ciertos lugares y puntos en la obra es importante para Zero, y necesaria para poner la realidad aislada en evidencia. En la práctica, esto significa un edificio serial, dispuesto en líneas, un orden que evita las preferencias.hh

A pesar de su cambio desde un grupo adscrito  al art informel hasta el Grupo Nul, la rigurosa obra de Schoonhoven se ha venido desarrollando sin rupturas ni saltos desde 1955, año de realización de su primer relieve a base de papel maché, aunque en los años sucesivos expandiría su rango de materiales a la madera contrachapada y al cartón corrugado. En consonancia con la sensatez holandesa, tendió más hacia lo concreto que hacia lo utópico, pero a diferencia del sensible pintor monocromo belga Jef Verheyen, Schoonhoven no mostraba interés alguno por el color al sustituir todos los colores del espectro visual por aquel que ofrecía un mayor número de posibilidades. El blanco monocromo no sólo es capaz de reflejar una dimensión espiritual e inmaterial sino que también muestra de manera perfecta el espacio y la profundidad de la obra. Desde entonces permaneció fiel a sus principios, basados en un arte objetivo e impersonal, sin expresión alguna de cualquier preferencia o sentimiento propio que pudiera otorgar algún tipo de subjetividad a su obra.
La objetivación de la obra de arte fue la principal finalidad de este inteligente purista. Su idioma exacto, geométrico y simétrico estaba a medio camino entre la pintura y la escultura, y se basaba en delicadas obras construidas a base de formas elementales adyacentes (módulos), que en un principio pintaba de colores ocres, pero que desde 1960 pinta completamente en blanco. En ellas, los efectos de luz y sombra se producían en función de la orientación de la luz y de forma gradual, reflejando una gran disciplina intelectual y estética. Este procedimiento explica la riqueza de detalle en la obra de Schoonhoven, que por ello nunca resulta aburrida a pesar de su lógica rigurosa.0089684schoonhoven_jSus primeros relieves consistían de estructuras repetitivas simples de cuadrados y rectángulos abiertos hechos de capas de papel maché pegadas a una base de madera. Sin embargo con el tiempo las formas fueron haciéndose cada vez más complejas al introducir planos inclinados y diagonales dentro de los módulos en una constante búsqueda por encontrar novedosos efectos de luz y sombra en sus relieves. A pesar de que la composición final no significa nada por si sola, es precisamente ese juego de luces y sombras sobre su superficie lo que le otorga un valor añadido propio de un lenguaje proto-minimalista.
Cada relieve elaborado por Schoonhoven es único en la medida en que jamás realiza dos obras del mismo tamaño y configuración (sólo una vez realizó tres relieves idénticos, pero ese hecho ya estaba indicado en el dorso de dichas obras). Las variantes que plantea en cuanto a los formatos de los cuadros, a la cantidad, tamaño y profundidad de los módulos, y a la frecuencia, presencia o ausencia de líneas diagonales son prácticamente infinitas, y se estudiaban antes de la realización de cada obra en pequeños bocetos o estudios preeliminares que se destruían a posteriori.H0046-L00502134Aunque en un principio solía otorgar títulos de naturaleza descriptiva a sus relieves (como por ejemplo Sistema de Diagonales con Planos Internos Inclinados) estos títulos eran excesivamente largos y pronto demostraron no ser útiles para la identificación de sus obras. Por ello optó por un sistema de números identificativos a modo de títulos, cuya misteriosa encriptación explica Schoonhoven en una carta escrita el 27 de mayo de 1972. De este modo, y por poner un ejemplo, tomaremos esta obra titulada R69-26 presente actualmente en la colección de la Tate Modern.T01499_9

- La letra responde al formato de la obra (los relieves reciben la letra R y los dibujos la letra T de Tekening, vocablo holandés que significa dibujo)
- La primera cifra (69) corresponde al año de realización de la obra (1969)
- La segunda cifra (26) significa que este fue el vigesimo sexto relieve que realizó en 1969

 
Uno de los pocos relieves con título y una de sus más bellas creaciones es sin duda De Cirkel (1967) puesto a subasta en la sede de Sotheby’s de Amsterdam por un precio estimado entre $50.000-$60.000. En él se puede apreciar a la perfección la importancia de las sombras, a medida que el ritmo de la sucesión de formas se acentúa por los efectos de la luz al incidir sobre él. Es un ejemplo de cómo los relieves se fueron haciendo cada vez más complejos e irregulares respetando en todo momento la simetría del modelo geométrico.sp_modcontemp1201_main1La obra de Schoonhoven escapa de cualquier clasificación tradicional. Hay quien la encuadra dentro de la escuela del arte sistemático debido a la constante repetición de módulos, otros sugieren que su obra puede estar anticipando el minimalismo de escultores como Donald Judd, Carl Andre o Sol LeWitt. No faltan tampoco quienes comparan sus frágiles creaciones con algunas obras de goma y resina de la genial Eva Hesse, con los relieves blancos de Piero Manzoni que se expusieron en 1999 en la muestra del PS1 Minimalia: An Italian Vision on 20th Century Art, o incluso con las geometrías de las obras de Paul Klee o Piet Mondrian. Sin embargo para mi gusto, la mejor definición para el arte de Schoonhoven es la dada por Serge Lemoine, director del Musée d’Orsay quien lo califica como el arte de la ausencia:

“La démarche de Jan J. Schoonhoven, se définit (…) par l’absence: le relief est absence de surface, le blanc, l’absence de couleur, la répétition uniforme, l’absence de composition, le module, l’absence de motif, le papier mâché, l’absence de facture, ce caractère soustractif se retrouvant jusque dans la production peu abondante de l’artiste. (…)Elles ne signifient rien qu’elles-mêmes. À l’image des évidences, elles découragent tout commentaire. Mais elles s’imposent par leur présence visuelle et leur effet quasi tactile”.2621

La primera vez que estos relieves se mostraron en una exposición individual fue en 1965, en la Galerie Wulfengasse de la localidad austriaca de Klagenfurt. Tan solo dos años después Schoonhoven recibiría el segundo premio en la Bienal de Sao Paulo, lo que le proporcionó al instante un reconocimiento internacional como uno de los artistas europeos más importantes del siglo XX europeo y como una influencia para generaciones venideras. Esta fama le dió la posibilidad de participar, también en 1967 en la Exposición Universal de Montreal y de tomar parte en los años 1968 y 1977 en la 4ª y la 6ª Documenta de Kassel. Además, a principios de los ‘70 realizó inportantes exhibiciones individuales en el Städtisches Museum Abteiberg de Mönchengladbach (clausurado en 2007) y en la Hamburger Kunsthalle. Durante esta etapa labró una importante amistad con algunos miembros del Grupo Zero, particularmente con la artista japonesa Yayoi Kusama, quien le cubrió el cuerpo de polka dots durante uno de sus performances espontáneos.BR1561De forma paralela a sus relieves, desde los años ‘60 Schoonhoven viene realizando obras ejecutadas con tinta china, en las que parece hacer encontrado una escritura informal, que fue testigo hasta su muerte de sus preocupaciones artísticas. En estos dibujos el artista se desvía de la geometría que había caracterizado su trabajo con anterioridad, con lo que sus obras se vuelven más expresionistas y personales. En un estado de distracción y de dispersión mental (que el Zen denomina sanran), Schoonhoven creaba dibujos de lineas, puntos y sombreados con pluma y pincel que se asemejaban a una especie de extraña caligrafía.0030559schoonhoven_jEn otros dibujos dibujaba linea tras linea hasta llenar toda la superficie del papel, de forma que su forma y contenido quedaban completamente transformadas de una manera anónima pero con una extraordinaria belleza y simplicidad. CRI_71099Esta obra ha sido exhibida en múltiples ocasiones en numerosas muestras dentro y fuera de Holanda, lo que en 1984 le hizo acreedor del premio David Röell. Destacan particularmente su participación en la exposición Arte Occidental celebrada en Colonia en 1981, sus exposiciones en el Kröller-Müller Museum (cerca del pueblo holandés de Otterlo), y la retrospectiva que en 1989 le dedicó el Stedelijk Museum de Amsterdam.0075613schoonhoven_j

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