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Julia tiene un blog (2ª parte)

Por Clochard
Julia tiene un blog (2ª parte) Julia tiene un blog.
Lo comenzó casi por curiosidad, pero con una imperiosa necesidad de expresar ese "algo" extraño que notaba enterrado en lo más profundo de su ser. Decidió aprovechar lo que había aprendido en las últimas semanas y conjugar su vieja pasión por la fotografía con los nuevos medios.
De modo que cuando Julia iba a hacer la compra o salía a realizar algún recado llevaba siempre consigo la flamante cámara de fotos digital que se había comprado a escondidas de Emilio. Comenzó a sacar fotos de la gente que encontraba en su camino, al principio con timidez, poco a poco con el oficio de una profesional.
Eran fotos en blanco y negro que conseguían retratar de manera fiel y sorprendente el alma de los fotografiados. El rostro sonriente y cruzado de arrugas del hombre que vendía libros de segunda mano en un puesto callejero junto al mercado, el trajín de la mujer que vendía la fruta, la chica disfrazada de payaso que recogía firmas para una ONG, la seria concentración de los hombres jugando al dominó en el bar, la alegría de los niños saliendo del colegio al encuentro con sus madres, la mirada perdida del mendigo que pedía en la puerta de la iglesia o los besos ansiosos de una pareja de adolescentes en un banco del parque, todo era recogido por la voraz cámara de Julia.
Las fotos, que plasmaban de manera sencilla la vida, poseían una fuerza conmovedora que se apoderaba de quien las observaba. Julia  las subía a su blog escribiendo una pequeña leyenda al pie.
Pronto su blog comenzó a registrar una enorme cantidad de seguidores que aumentaban con el trascurso de los días, Julia contestaba con pudor, sorpresa y cariño a la multitud de comentarios que recibía contándole lo mucho que admiraban su obra. A través de la pantalla del ordenador conoció a más gente de la que había tratado en su vida y encontró a amigos con los que se sentía más cercana y cuya amistad le reportaba más placer que la de cualquiera de quien se hubiera considerado amiga en eso que llamaban la vida real. Incluso llegó a recibir ofertas serias para montar alguna exposición en diversas ciudades del mundo.
Julia tiene un blog.
Y por primera vez en su vida puede decir que es feliz.
Pero hoy Emilio entra por la puerta más enfadado que nunca, viene del bar blasfemando y maldiciendo porque le han contado que su mujer va por ahí haciendo fotos como si fuese una loca. Y encima Julia no se ha dado cuenta de la hora y todavía no ha hecho la cena, cosa que enfurece más todavía a Emilio que suelta la primera bofetada.
No es la primera vez, algunas veces cuando Emilio llega muy tarde del bar y la cena está fría o no hay suficiente o no queda cerveza se le va la mano. Pero no es mal hombre, Julia sorbe la sangre del labio partido y sabe que es normal, él es un hombre y está cansado y a ella sólo se le ocurre perder el tiempo con sus tonterías...
Lo siguiente es un puñetazo que la derriba y la hace caer de bruces al suelo para inmediatamente sentir una patada en el estómago.
Julia está muy aturdida y le duele mucho el estómago, no entiende muy bien lo que sucede, hasta ahora Emilio se había limitado a algún bofetón muy de vez en cuando, si ella se lo ganaba.
Emilio continúa golpeando a su mujer con furia incluso cuando el cuerpo de ella hace rato que no emite movimiento alguno, al fin decide parar más por agotamiento que por otra cosa. Se sienta en la cama y enciende un cigarro, no necesita comprobarlo, sabe que Julia está muerta, ahora toca pensar como salir impune de lo que ha hecho.
Como no sabe como librarse del cadáver decide fingir un robo. Desordena toda la casa y se guarda en los bolsillos todo lo que encuentra de valor, lo venderá por ahí y luego regresará al bar como si nada, allí no le resultará difícil asegurarse de que los parroquianos  declaren que estuvo jugando la partida toda la noche hasta que regresó a casa tarde y se encontró la terrible escena.
Pero cuando Emilio pone de nuevo los pies en la calle, unas cuantas personas comienzan a mirarlo con rabia y a señalarlo. Emilio trata de calmarse pensando que son imaginaciones suyas por  culpa de los nervios, ¿quién puede saber lo que acaba de hacer?
Pero cada vez es más la gente que parece reconocerlo y le insulta y persigue llamándole asesino, al final se ve rodeado por una multitud enfurecida que parece totalmente dispuesta a lincharlo. Justo a tiempo tres coches de la Policía entran en acción dispersando a la turba y llevándose a Emilio detenido por asesinato.
En comisaría Emilio se derrumba y lo confiesa todo, sólo quiere saber cómo es posible que todo el mundo lo supiera y tan pronto.
El comisario se encoge de hombros y le enseña un portátil en el que se ve el blog de Julia. Las últimas entradas son las fotos, segundo a segundo y con una nitidez perfecta de la brutal paliza que la llevó a la muerte. El policía dice que seguramente la cámara estaba en modo automático, pero no comprende cómo ha sido capaz de tomar unas instantáneas tan exactas y con tanto detalle. Tampoco se explica quién subió las fotos al blog en tiempo real. Solo sabe que millones de personas en todo el mundo han visto como Emilio mataba a su mujer.

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