Revista Cultura y Ocio

La bailarina de Auschwitz. Edith Eger

Por Mientrasleo @MientrasleoS
La bailarina de Auschwitz. Edith Eger
     "No sabía que llevaba una pistola cargada oculta bajo la camisa, pero, en cuanto el capitán Jason Fuller entró en mi despacho de El Paso un día de verano de 1980, se me encogió el estómago y se me erizó el pelo de la nuca. La guerra me había enseñado a percibir el peligro antes incluso de poder explicar qué me había asustado."
     Oootro libro más sobre lo mismo, estaréis pensando. Pero si os digo que está escrito en primera persona porque son las memorias de su autora, quizás capte vuestra atención tanto como captó la mía. Hoy traigo a mi estantería virtual, La bailarina de Auschwitz.
     Conocemos a Edith Eger, quien, muchos años después nos abre una puerta a su vida. Cuando tenía dieciséis años, era una niña normal que soñaba con ser bailarina. De hecho comparte en el libro una foto que le tomaron con esa edad. La foto se la hizo su novio Imre, que moriría poco después. Y es que, en el 44, Edith terminó en un campo de concentración, más concretamente en Auschwitz, junto a su madre. Allí vio como Mengele le mentía diciendo que su madre se iba a duchar cuando en realidad se dirigía hacia una muerte segura. Volvería a ver a este hombre cuando, cumpliendo el deber de entretenerle comenzó a bailar ante él. Y así, hasta convertirse en uno de los poco más de 70 supervivientes de ese lugar infernal. Su vida quedaría tan marcada por esa experiencia que ni emigrar le libró de la cicatriz. Lo que si consiguió fue utilizarlo como psicóloga para ayudar a otros en sus traumas.
     En contra de lo que uno puede pensar el libro comienza en el presente, cuando la autora está en su consulta y entra un hombre que no reacciona más que a una orden directa, como un robot programado e insensible. Y ella decide que, sin saber lo que le sucede, le podrá ayudar. Porque si de algo sabe, es de heridas y traumas. A partir de aquí, la autora reconstruye su vida. Una vida que nada tiene que ver con aquella que una vez soñó.  Y así es como partimos a los recuerdos del horror. Un horror al que llegó acompañada de su madre quien le daría, posiblemente, el consejo más importante de su vida "nadie puede quitarte lo que tienes en tu mente". Y tal vez fue eso lo que le dio fuerzas para bailar en un barracón ante el hombre que llevó a su madre a la muerte. O acaso lo que le ayudó a sobrellevar más de un año en un infierno. Un infierno en el que también se le tendieron manos de ayuda, como aquella vez en que las mismas compañeras que le habían instado a bailar, le ayudaron cuando se encontraba al borde de la muerte.
Y es que Egers, pese a todo, busca en su libro una esperanza y lo llena de mensajes positivos y de reflexiones sobre la culpa y, por qué no decirlo, también sobre la venganza.

     La bailarina de Auschwitz se aleja poco a poco del modelo de novela o testimonio de superviviencia para convertirse casi en un libro guía. No diría de autoayuda, pero hay momentos en que tanta reflexión buenista me dejó desconcertada. Supongo que vivimos en un mundo en el que cuesta asimilar que alguien que haya pasado por lo que está mujer, sea capaz de buscar en su interior el lado positivo y ayudar a los demás en base a su terrible experiencia. Es más fácil creer lo malo, estamos más acostumbrados. Pero, si uno rasca un poco en las letras de Eger, se da cuenta del tiempo que tardó en poder hablar de ello, del tiempo que lo escondió... todas esas cosas, más allá de los meses cautiva en el infierno, son los que nos darán la medida de la fortaleza de la autora del libro. Y esa es la parte que a mi me ha llegado dentro. El libro, por lo demás, tengo que decir que no va a pasar a la lista de mis mejores lecturas, le ha faltado, y esto si que es terrible teniendo en cuenta que sé que es una historia real, credibilidad. Como si realmente no se enfrentase del todo a relatar su historia. No lo sé, no lo tengo claro... pero no he llegado a conectar del todo con él. Una verdadera lástima.
     Comenzaba diciendo que hay muchos libros sobre estos temas, pero personalmente suelo acercarme a ellos con sumo interés. Y vosotros, ¿tenéis algún tema literario al que os acerquéis con más frecuencia?
     Gracias.

Volver a la Portada de Logo Paperblog