La Comunidad de los Libros

Hay días en los que es fácil sentir enfado contra todo. Bueno, en realidad, es sencillo que esto ocurra cada día, tal como está el mundo. Pero si tienes la paciencia suficiente, si no desistes en el esfuerzo, consigues pasar un rato largo, rodeada de personas conocidas y desconocidas, en el que la magia aparece y se olvida casi cualquier dificultad. No soy yo de hacer mucho auto bombo en este blog, pero es que el pasado miércoles, 6 de julio, en la librería Agapea en Santa Cruz de Tenerife, viví una tarde muy especial y no me lo puedo quedar para mí sola.

Resulta que hay dos personas de este blog (saquen ustedes sus propias conclusiones), que se lanzaron a crear el podcast literario Castillo, Verge & Co. Agencia de detectives literarias y tuvieron la suerte de que Agapea les abriera sus puertas para grabar allí el último episodio de la temporada. Así que allá se fueron y tuvieron la suerte de que quisieran embarcarse en la aventura Cecilia Domínguez Luis, Premio Canarias de Literatura; Felicidad Batista, escritora y presidenta de Acte Canarias; Álex Erbez Díez, ilustradore; Myriam Z. Albéniz, bloguera y coautora de Mujeres de Libro; y Borja Cortés, gestor cultural de Agapea.

Los astros se alinearon y muchas personas quisieron acompañarnos en la grabación de este episodio tan especial. Incluso un perrito aplaudía, solícito, con su ladrido. En esa tarde, recordamos lecturas de infancia, estampas familiares, sueños cumplidos y otros por realizar; reímos con anécdotas, criticamos, alabamos y, sobre todo, compartimos libros, usos del lenguaje e ideas. Todo de forma sosegada, sin la crispación de estos tiempos, sin la intensidad de las tertulias televisivas, con la pausa que permiten los podcast.

La tarde del miércoles forjó una comunidad de los libros que, durante dos horas, respiró el olor de la tinta en el papel, de los cuentos, de los versos, de la ficción, de las ilustraciones, de los ensayos, de infinitos universos que se perfilan, hoy, quizás más bondadosos que el que nos está tocando vivir. En todo caso, experiencias como la de este encuentro literario reafirman mi convicción en que, con libros, todo se lleva siempre mejor.

Y para mayor felicidad, un tal El Niño Sombra nos regaló unas piezas únicas que cuentan que ya ocupan un lugar de honor en las oficinas de la Academia de Detectives Literarias, Castillo, Verge & Co.