Revista Educación

La familia

Por Siempreenmedio @Siempreblog
La familia

"Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera."

Así me han contado que empieza Anna Karenina, uno de los libros más gordos de mi lista de Algún Día. Tolstoi sabría por qué lo decía (a mí no me ha dado tiempo antes de escribir este post), pero yo siempre he pensado que las familias, todas, felices e infelices, se parecen en más cosas.

Mi familia, dejando aparte la predisposición a sordera, ictus y diabetes, no puede ser más heterogénea. Tenemos de todo. Faltará, como mucho, un astronauta. Iba a poner que no tenemos negros pero, si me fijo bien, algunos en verano nos quedamos solo a un par de pantones de serlo. Cuenta. Tampoco somos tantos los integrantes de mi familia, así que nos repartimos la heterogeneidad como podemos, y a lo mejor al calvo también le toca ser el bajito catalán (no señalo a nadie). Pero somos una familia como todas esas que se reúnen en Navidad a emborracharse con la mínima excusa, como por ejemplo que aún queden dos meses para Navidad. Una familia de esas que se ven desde fuera como un bloque. Un bloque con apodo que para eso soy de pueblo.

Pero el principal factor de similitud que veo en todas las familias es que defienden lo suyo, a los suyos. Me puedo cagar en tu madre, que es mi tía, pero oiga, me cago yo que soy tu primo. Si alguien beyond-cuñado se mete con mi tía se las tendrá que ver con mi primo y conmigo. Es así. Es la familia. La mía y casi todas las demás. Mírate esto, Tolstoi, a ver qué piensas.

Gracias a quien sea en mi familia hemos tenido suerte. Aun en nuestra heterogeneidad hemos salido con saldo positivo. Me imagino cómo tiene que ser, no sé, que el abuelo haya salido dictador genocida culón y de voz aflautada. Que haya dado tanto por saco a todo un país que, con razón, se le insulte día sí día también y entonces tengamos que ir todos mis primos y yo a defender su memoria y a decir que el abuelito no era tan malo, que lo pasa es que hay mucho desagradecido. Todo por honrar a la familia. Como hacen todos. Qué mal rato pasaría enfadándome mucho por algo con lo que en el fondo estoy de acuerdo. Porque los Franco, en el fondo, saben que su abuelo era un hijo de puta con todas las letras. ¿No?

¿NO?


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