Revista Economía

La industrialización de la agricultura es imparable

Publicado el 08 noviembre 2022 por Pacolopez

Solo industrializando la agricultura podremos parar la despoblación del mundo rural. Solo industrializando la agricultura y la ganadería podremos conseguir que las nuevas generaciones quieran seguir en el campo.

¿Qué quiere decir "industrialización"?

Industrialización quiere decir convertir la agricultura de una actividad artesanal en una actividad organizada y con sentido económico. Que produzca rendimientos de forma sostenida, de forma que permita a las familias del mundo rural mantener un nivel de vida aceptable, comparable con el de los ámbitos urbanos.

El problema es que la sociedad en general y las administraciones públicas en particular han de apoyar al máximo esa agricultura industrial. Un tipo de agricultura que tiene un reto crucial a abordar si quiere recibir el apoyo social: ha de ser SOSTENIBLE ECOLÓGICAMENTE.

Es decir, hemos de fomentar la agricultura industrial sostenible ecológicamente. Eso quiere decir que ha de minimizar el consumo de agua, ha de eliminar las sustancias químicas en el proceso agrícola o ganadero, ha de gestionar sus residuos y ha de tratar dignamente a sus trabajadores. Creo que es algo alcanzable. De hecho una gran parte de los agricultores ya lo están haciendo así. Sobre todo los más jóvenes. Y no solo por conciencia social, que también, sino porque los consumidores, el mercado, y las administraciones, es lo que exigen.

Eliminemos, pues, las explotaciones industriales que no respetan esos principios, pero no demonicemos la agricultura industrial en general, porque no podemos subsistir solo con la agricultura artesanal; ni los agricultores, que necesitan un volumen de producción para ser mínimamente rentables y que no pueden estar dependiendo del cielo, ni los consumidores, porque no habría producción suficiente para cubrir la demanda.

Los consumidores podemos apoyar a la agricultura industrial de proximidad, comprando los productos cercanos, y reduciendo la huella ecológica. ¡Y aprendiendo a comprar! (Aunque este sería objeto de otro post, quizás de un especialista).

Y las administraciones han de compaginar el control con la facilidad. Han de saber discriminar los buenos agricultores industriales de los malos.

Nos jugamos mucho en la transformación de nuestra agricultura. Nos jugamos el planeta y nos jugamos la economía.


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