La madre zurda

Ya sé que la serie se llama El hijo zurdo, pero para mí las verdaderas protagonistas son las madres, imperfectas, con ese sentimiento de culpabilidad insoportable, espantadas ante los hijos que no es que no sean como ellas soñaban, es que se han convertido en delincuentes, en miembros de una organización neonazi. Hasta el momento, todas las críticas que he leído son positivas, incluso hay quien habla de una de las mejores series del año. Yo no me atrevería a decir tanto, pero sí que es una buena producción audiovisual con dos actrices que se comen la pantalla: María León, en el papel de Lola, la protagonista indiscutible; y Tamara Casellas, como Maru. Y en este dúo de buenas interpretaciones se refleja la crudeza de la desigualdad social, otro de los grandes temas de esta serie, más allá de la maternidad. Si tuviera que poner un pero, diría que me cuesta soportar esa tendencia que parece triunfar en los últimos tiempos, de colocar histriónicas bandas sonoras (también lo hacen en otra serie reciente de culto, Cardo) que me sacan de la acción en un segundo. Será que estoy mayor, pero prefiero eso de que la mejor banda sonora es aquella de la que no te das casi ni cuenta.

El hijo zurdo, mini serie dirigida por Rafael Cobos y Paco R. Baños, está basada en una novela de Rosario Izquierdo, en la que aún quedan más desdibujados los personajes de los hijos y el exmarido, para centrarse en esa madre que nació zurda y a la que corregían en todo momento para que escribiera con la derecha. Sí, esta era una práctica común hasta no hace demasiado tiempo.