Revista Cultura y Ocio

La sabiduría griega y el enfoque de Giorgio Colli. Reseña

Por Simonmago
Hoy queremos recomendar un libro muy especial: La sabiduría griega I, de Giorgio Colli. El autor, fallecido en 1979, fue profesor de Filosofía Antigua en la Universidad de Pisa. Erudito como los mejores filósofos italianos, fue un experto conocedor de la filosofía griega y la historia de la filosofía. Editó la obra completa de Friedrich Nietzsche, tradujo y editó además elOrganon de Aristóteles y la Crítica de la razón pura de Kant. Es muy famoso por su importante Filosofía de la expresión (1969), Escritos sobre Nietzsche (1980) y El nacimiento de la filosofía (1975). El libro que recuperamos hoy forma parte de la obra en tres volúmenes a la que dedicó los últimos años de su vida. La misma está abocada a recopilar los textos fundamentales de la llamada “filosofía presocrática”. Su aporte es significativo, en cuanto reúne los documentos a partir de los que se han desarrollado el pensamiento y la cultura occidentales.

La sabiduría griega y el enfoque de Giorgio Colli. Reseña

Los borrachos o el triunfo de Baco, Diego Velázquez (1629)

La sabiduría griega I, es un indispensable tanto para el conocedor como para el estudiante que recién se inicia en la carrera de Filosofía. También es válido para el lector autodidacta y apasionado de la historia que busca una lectura amena pero no exenta de rigor científico. Cada uno de los textos originales en griego es acompañado por una traducción directa del original, de un impresionante aparato crítico y de un comentario indicativo del estado actual de la investigación sobre el documento. Se reseñan también los loci similes y pasajes relacionados con el fragmento, referencias y citas aclaradoras, e indicaciones bibliográficas importantes para la traducción y la interpretación. Por último, para superar el mero análisis de cada pasaje, se ofrecen líneas generales de interpretación tanto con respecto a las tradiciones filosóficas y literarias, como en relación a los distintos contenidos doctrinales.
La originalidad del autor, a la que alude el título de la entrada, radica en su rechazo del naturalizado y muy extendido presupuesto en ambientes universitarios y académicos de tomar como “filosofía” al pensamiento del denominado “período cosmológico” de la filosofía antigua. Es decir, las ideas de aquellos pensadores anteriores a Sócrates que con fines didácticos han sido erróneamente denominados “presocráticos”. Muy en la línea del Nietzsche de El origen de la tragedia, Giorgio Colli comienza con las siguientes palabras su obra (transcribimos el párrafo completo): “Lo que pretendo con esta nueva edición es documentar de modo exhaustivo eso que comúnmente se llama –con una denominación decididamente reductiva desde el punto de vista cronológico– ‘filosofía presocrática’, pero que creo más pertinente designar con el término ‘sabiduría griega’. En realidad, los pensadores cuyos textos quedan recogidos en la presente obra recibían, ya en su tiempo, el apelativo de ‘sabios’. Así los denomina, entre otros, el mismo Platón. En aquella época, el término ‘sabiduría’ se aplicaba tanto a la habilidad técnica como a la prudencia política, es decir, abarcaba ese saber hacer que es propio del hombre completo en su actitud frente a la vida. No se es sabio –‘sabio’ en absoluto, sin limitaciones restrictivas– por conocer una parcela de la realidad circundante, mientras se ignoran otros aspectos de esa misma realidad, sino por poseer la excelencia del conocimiento”. 
El autor es claro: Está muy bien para comenzar a acercarse al pensamiento más antiguo el libro de Alberto Bernabé, por ejemplo, Fragmentos presocráticos. De Tales a Demócrito (libro del que disponemos de un excelente resumen realizado por Miguel Varo Ortega en su blog Lecturas de un filósofo y que aprovechamos para recomendar), todo un clásico a esta altura. Pero una vez provistos del marco conceptual necesario para un estudio serio deberíamos pasar a consideraciones más agudas y honestas, fieles a la historicidad del pensamiento.  El error que acusa Colli consiste en pretender recuperar la “sabiduría griega” a través de los desarrollos propuestos por filósofos posteriores, tal como claramente indica el uso de “filosofía presocrática”. Dice el autor: “Sobre el conjunto de esos textos arcaicos, la historia de la filosofía recoge multitud de interpretaciones y juicios –incluso de pensadores acreditados que, a veces, desvían de su verdadero sentido– que se fundan en ciertas falsificaciones del propio Aristóteles y que , posiblemente, han pasado por una completa reelaboración en la historiografía de Hegel. Para evitar cualquier escollo de acomodación arbitraria de un pensamiento tan antiguo a los esquemas e inquietudes del hombre contemporáneo, la presente obra se define por un método inverso: en vez de apoyarse en interpretaciones de la sabiduría griega elaboradas por filósofos posteriores, opta por remontarse a las fuentes originarias e investigar qué es lo que había antes de esa explosión del pensamiento que hemos dado en llamar ‘sabiduría griega’”. Queda pues lanzado el desafío: Un gran trabajo de depuración de documentos e incorporación de material novedoso, especialmente en el ámbito de la religión, que contribuye a la investigación retrospectiva en busca de los orígenes.  Demás está decir (para los entendidos) que Colli rechaza e invierte el criterio de Diels-Kranz (Die Fragmente der Vorsokratiker, 1956), la única edición crítica existente hasta entonces, que ofrece en primer lugar una serie de testimonios indirectos, es decir, tomados de fuentes contemporáneas o posteriores, sobre la vida y la doctrina, y a continuación los fragmentos originales de cada autor. En consecuencia, obras recurrentes como las de Guthrie, Kirk y Raven, y el mencionado Bernabé, lejos de quedar obsoletas, continúan siendo valiosas pero a un nivel muy básico, superficial y secundario después de todo, ya que deben ser superadas con aportes como el de nuestro autor en rigor a la verdad metodológica.
Se entiende así, y para ir terminando, el contenido propiamente dicho del libro, que puede sorprender a primera vista si se desconoce el criterio adoptado que acabamos de exponer. En primer lugar, encontramos la figura de Diónisos: Dios de la contradicción, su valor simbólico, opuesto en todo excepto en su carácter dador de sabiduría a Apolo, como ya lo viera Nietzsche en su momento. Siguen las siguientes secciones: Eleusis (misterios de Démeter y Kore), Orfeo, Museo, Hiperbóreos y Enigma, porque también la sabiduría se entendía en tiempos arcaicos como la capacidad para resolver enigmas (tal como el famoso enigma de la Esfinge o el que causara la legendaria muerte de Homero por no "saber" la respuesta), de los que abunda material en los textos antiguos. 
En síntesis, La sabiduría griega I se trata de un libro muy particular que puede confundir un poco al principio por su innovador enfoque, pero que se deja leer cómodamente si hacemos a un lado los prejuicios de quienes como yo hemos sidos formados bajo la óptica Diels-Kranz. Su lectura resulta interesante, enriquecedora y agradable; una introducción al pensamiento más lejano en el tiempo que nos permite captarlo en toda su variedad y belleza. 
Fuentes: Utilizamos la traducción de Dionisio Mínguez Fernández para G. Colli, La sabiduría griega I, Madrid, Trotta, 2008. Una cuidada tercera edición que amerita una tapa dura urgente como único reproche. 
El resumen que recomendamos de Bernabé se encuentra en: http://lecturasdeunfilosofo.blogspot.com.es/search/label/Alberto%20Bernab%C3%A9

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