Revista Cultura y Ocio

Las fuentes de la fe: 5 – Razón (III)

Por Rodrigojocilesferrer @jocilesferrer

(Antes de empezar a leer, si no lo has hecho ya, tal vez prefieras comenzar por el primer capítulo de esta serie: Las fuentes de la fe: Introducción y 1 - Sentimiento - El blog de Rodrigo JOCILES FERRER)

Verdadero significado de "a Su imagen y semejanza"

todos somos pequeños dioses, o pedacitos de Dios, en cuerpo y Espíritu, con capacidad para crear, para modificar la realidad con el pensamiento, la voluntad y la acción. Ese y no otro es el verdadero significado de la creación del hombre y la mujer y no tanto tener una cabeza, un tronco, dos brazos y dos piernas. Para lo cual nos ha dado autonomía. Desde casi todas las religiones y filosofías, de un modo u otro, nos ha indicado que quiere que lo hagamos desde el Amor, pero respeta nuestra libertad. El ser hombre y mujer, mitad femenina y mitad masculina, complementarias e incompletas por separado, también es Su misma imagen y semejanza y la del Universo.

La materia oscura

es algo que no podemos percibir ni detectar positivamente, aunque sí deducir matemáticamente y sin embargo es responsable de la conformación de todo el universo, formando su infraestructura, su "red de carreteras", en cuyos nodos se acumulan las galaxias. Y lo curioso (o no) es que toda la materia visible del universo tiene su par de materia oscura, en una suma cero de ambas. Aquí os remito de nuevo a mi artículo de Hawking que os he enlazado más arriba. Podemos deducirla porque, aunque la luz no la atraviesa (sería más acertado llamarla materia opaca que oscura), sí afecta a la gravedad. ¿Podemos tal vez identificar en ella los "dedos" de Dios? Yo llamo a así a los milagros silenciosos desde el punto de vista científico, nada que contradiga las leyes de la física hasta donde nosotros podemos comprobar, atribuible por los científicos positivistas a la casualidad o al resultado de trillones de tiradas de dados. Por ejemplo, la colocación de La Tierra en la zona de habitabilidad en torno al Sol y su conformación como planeta rocoso habitable y la llegada de componentes que posibilitaron esa vida, por no hablar de su propio surgimiento, algo hasta la fecha no claramente explicado desde el punto de vista estrictamente científico. Yo ahí no tengo ninguna duda de que no hay casualidad alguna, sino causalidad. Los "dedos de Dios" empujaron la cantidad de materia exacta para que la Tierra se colocara donde está y se conformara como se conformó y no digamos la formación de una molécula complicadísima como es el ADN. Por supuesto no hay forma de demostrar que fuera ni dejara de ser casualidad. Dios ilumina, pero no ciega. El hombre sigue siendo libre de tenerle en cuenta o de ignorarle. Durante esta vida.

La libertad y la existencia del mal

(percibido en mi mente como revelación de Jesús): El mal existe como una consecuencia de imperfección de nuestra libertad y autonomía y de nuestro camino de aprendizaje y perfeccionamiento en esta vida, dentro de las cuatro dimensiones que nos es dado percibir con nuestro cuerpo biológico. El mal (pecado en lenguaje religioso) y el sufrimiento, no son condiciones deseadas ni creadas por Dios. Para ser libres hemos de poder elegir, entre hacer el bien o el mal y en qué medida, también debemos poder dudar de la misma existencia de Dios. Si sólo podemos hacer el bien, es decir adecuarnos a la voluntad de Dios al 100%, no somos libres ni autónomos. Si Dios se hace científica y positivamente evidente en nuestras vidas, de modo que incluso los actuales ateos materialistas, hayan de rendirse a su evidencia, tampoco hay libertad en esta vida. Todo el mundo sabría que hay que ajustarse al nuevo mandamiento de Jesús, para que Dios cuente con nosotros en la siguiente vida y no nos reenvíe a "repetir curso", en el mejor de los casos.

El equilibrio no consiste en la presencia del bien y el mal al 50%, como sugieren algunas historias de ficción y algunas antiguas religiones. Un universo, o un Planeta Tierra simplemente, donde todos los espíritus con voluntad libre decidan hacer el bien, actuando siempre desde el amor, no tendría ningún problema de "equilibrio" en absoluto y sería el auténtico Reino de Dios. Ese reino sin duda existe en la siguiente vida, para los que hayan pasado con éxito la prueba de esta, la cuestión es que sería una decisión nuestra hacerlo empezar ya en esta, nosotros seríamos felices y Dios más aún.

Las fuentes de la fe: 5 – Razón (III)

Ofender a Dios

Soy padre y os aseguro que, actuando desde el amor, es imposible que mis hijos me ofendan. Me pueden fastidiar momentáneamente, pero lo que me pone realmente triste es que se hagan daño a sí mismos o peleen entre ellos. El mandato de Jesús fue "amarás a Dios" no "le temerás". Para mí es imposible amar algo a lo que tengo miedo y esto último es muy parecido al odio, del mismo modo no temo aquello a lo que hago, quiero su bien y estar cerca. Pienso que la religión cristiana (o más bien sus ministros) y otras, se equivocan profundamente en entender y enseñar la relación con Dios como el cumplimiento de una serie de normas y rituales materiales basadas en el miedo a ofender a Dios "no harás esto, no harás aquello" y no en amarle y estarle agradecidos por todo lo maravilloso que nos da. Es esa una visión que aleja a los espíritus libres de ese Dios, presentado como un padre gruñón y vengativo que no ha sanado a su niño interior. Afortunadamente ese un Dios de opereta triste. El verdadero nos ama infinitamente y quiere que seamos felices.

Si observamos el tiempo de existencia de la humanidad

como especie, más de 300.000 años para el sapiens arcaico (echad un vistazo a mi artículo: https://jocilesferrer.com/2018/09/21/no-os-parece-curioso/), Jesucristo acaba de venir, lleva entre nosotros, resucitado, un 1% de nuestra existencia como especie en La Tierra. Y su mensaje no es algo que suene antiguo, sino muy fresco, novedoso. De hecho lo que propone, que suele ser considerado como positivo para la humanidad incluso por muchos ateos, apenas ha empezado a intentar ponerse en práctica por algunas individualidades, cuya suma no puede considerarse colectiva, ni siquiera como comienzo. En mi opinión el "final de los tiempos", el Apocalipsis, no puede entenderse como un final espantoso de la vida en La Tierra, sino todo lo contrario, como un renacimiento a una nueva forma de vida superior (para la especie humana y para el planeta), una vez separado el grano de la paja. Si es así, estoy deseando que venga a nosotros Tu Reino. Aunque me temo que eso no llegará sin mi granito de arena de esfuerzo y compromiso.

Lecturas recomendadas

La Santa Biblia.

Louis de Wohl: "Set all afire". 1944.

Michael A. Singer: "Ley del karma, ley de la voluntad, ley del amor. Las tres leyes que rigen el Universo". 1975.

Willigis Jäger: "La ola es el mar. Espiritualidad mística". 2000.

Elizabeth Clare Prophet: "Los ángeles caídos y los orígenes del mal". 2000.

Tamara Singer: "Los 72 ángeles, la luz del Universo". 2004.

Rosemary Drage Hale: "Entender el cristianismo". 2005.

Vittorio Messori: "Hipótesis sobre María. Hechos, indicios, enigmas". 2007.

Vittorio Messori: "Por qué creo. Una vida para dar razón de la fe". 2008.

Javier Melloni: "El Cristo interior". 2010.

José M. García Pelegrín: "Cristianos contra Hitler". 2010.

Sor Emmanuel Maillard: "Contemplación de los misterios del Rosario". 2011.

Ana Catalina Emmerich: "La vida oculta de la Virgen María". 2012.

Omraam Mikhaël Aïvanhov: "El Padre Nuestro. 313-Es". 2017. Stephen Hawking: "Breves respuestas a las grandes preguntas". 2018.

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Gracias por leerme y por vuestro interés, en unos días saldrá publicado el siguiente capítulo de esta serie "Conclusiones", estad atentos.

También me permito recomendaros un librito que he publicado hace poco:

Cuaderno "Pueblos Prehistóricos de Iberia" - El blog de Rodrigo JOCILES FERRER

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