Revista Cocina

las tortitas de marion cunningham

Por Mikeyf
Marion no fue tan famosa como lo fue Julia Child, aunque Marion también tuvo su propio programa de televisión y publicó varios libros. Aunque Marion, como Julia Child, empezó a dedicarse a la cocina de manera profesional, ya mayor.
Marion no fue tan famosa, pero fue (y sigue siendo) tan venerada como Julia Child.
las tortitas de marion cunningham
Marion murió en 2012, debido a complicaciones respiratorias. Tenia Alzheimer.
Marion (sí, a ella sí la llamo por su nombre de pila) no estudió cocina en Francia, de hecho, tampoco lo hizo en Estados Unidos.  Ella era una ama de casa, no una chef. Ella cocinaba en casa, y esas recetas son las que nos ha dejado en los libros que publicó. Siempre creyó que si los americanos tuvieran más fe en todas esas recetas tradicionales que habían atesorado y pasado de generación en generación, que si los americanos se esforzaran por aprender las recetas de sus madres, y sus abuelas, no sólo serían mejores cocineros, sino que serían mejores personas.
Con 20 años se casó con Robert Cunningham, un abogado. Pasó la mitad de su vida adulta cuidando de su marido y de sus dos hijos, Mark y Catherine, y trabajando en el rancho familiar en Walnut Creek.
las tortitas de marion cunningham
Marion era agorafóbica y tenía problemas con el alcohol. Pero en 1972, a los 45 años, decidió marchar Oregón a asistir a unas clases de James Beard. Con los años Beard y Marion se convirtieron en buenos amigos, y unos años después Marion pasaría a trabajar como asistente de Beard.  Poco tiempo después, Marion fue propuesta (por Beard) para la reedición de uno de las grandes libros de cocina americanos, The Fannie Farmer Cookbook. Judith Jones, editora de leyendas como Julia Child, se convirtió entonces en otra amiga y en su editora de cabecera.  A partir de ahí, no paró de dar clases de cocina, y escribir libros, entre ellos, mis favoritos The Breakfast Book y The Supper Book, ambos llenos de recetas clásicas americanas.
las tortitas de marion cunningham
En casi todos los obituarios que llenaron la red después de su fallecimiento, Marion era descrita como "Guru de la comida casera". Marion no siguió las modas en cuanto a cocina. Se centraba siempre en la cocina americana, la de las abuelas, con desayunos copiosos y diferenciando la "dinner" (cena más formal) de la "supper" (una cena más informal y que normalmente sólo requería de un plato con acompañamiento).
A lo largo de este año que viene, iré cocinando muchas de sus recetas, algunas de las cuales ya he utilizado, y compartido con vosotros como los Sally Lunn Buns y los bollos de canela, ambos de The Breakfast Book.
Marion, si la leéis (y deberíais) os dará muchas razones para probar las recetas clásicas americanas y os dará razones para no dejar de intentarlo. Simple y accesible, su manera de escribir, hace que sea muy fácil seguir sus instrucciones.
Yo con Marion tengo una fijación, muy parecida a aquella que tuvo una tejana que vivía en Nueva York con Julia Child.  Ella dedicó un blog y un año entero de su vida a hacer todas las recetas del libro más famoso de Julia Child. Marion es para mí, lo que Julia Child fue para Julie Powell, autora de Julie & Julia.
El último libro que publicó fue Lost Recipes en 2003, en el que con pena declaraba lo triste que era que cada vez menos personas cocinaban en casa.
"El hecho de cocinar en casa es un catalizador que une a las personas. Estamos perdiendo el ritual diarío de sentarnos alrededor de una mesa (sin la intrusión de la televisión), de tener una oportunidad de interactuar, de compartir nuestras experiencias y preocupaciones, y escuchar a otros".

Creo que no hay mejor mensaje que nos podría dejar Marion. Así que, ¿qué tal si nos ponemos a ello?
las tortitas de marion cunningham
Tortitas de harina de trigo integral
adaptadas de The Breakfast Book, de Marion Cunningham
para 14 tortitas (más o menos).
Estas tortitas son facilísimas de hacer y de preparar, así que son perfectas para el desayuno. Yo las sirvo con un poco de mantequilla y sirope de caramelo, pero con nata y chocolate son perfectas también. En la receta piden buttermilk, pero yo nunca tengo en casa, y es tan fácil como mezclar vinagre con leche. Además la masa aguanta bien durante unos días en el frigorífico.
1 cucharada de vinagre
240 ml de leche
1 huevo
45 gramos de mantequilla, derretida
30 gramos de harina
60 gramos de harina de trigo integral
1/2 cucharadita de sal
1 cucharadita de bicarbonato
mantequilla para la sartén.
Mezclar la leche y el vinagre bien, y dejarlo reposar durante dos minutos.
En un bol mezcla bien la leche con vinagre, el huevo y la mantequilla. En otro bol pequeño mezclar las harinas, la sal y el bicarbonato.
Mezclar bien con los ingredientes liquidos, hasta que todos los ingredientes estén humedos. Si hay grumitos, no pasa nada.
Calentar una sarten a medio fuego y derretir un poco de mantequilla. Utilizar unas tres cucharadas de la masa por tortita, y con la ayuda de la cuchara extender la masa para que quede una tortita finita. Cocinar hasta que se empiecen a formar burbujas en la superficie de la tortita. Dar la vuelta y cocinar durante un par de minutos más. Repetir hasta que se acabe la masa.

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